La expareja de la actriz de Glee fue uno de los primeros en llegar al Lago Piru para apoyar la búsqueda. Ahora, se refugia en su círculo íntimo.
Desde que se confirmó la muerte de Naya Rivera, su exmarido Ryan Dorsey está devastado. Así lo describieron desde su círculo íntimo, donde se refugia lejos de las cámaras de los paparazzis.
La actriz de Glee murió ahogada en el Lago Piru, en California, luego de ir a nadar con el hijo que tienen en común, Josey, de cuatro años.
Ahora, la familia de Rivera está intentando descifrar cómo seguirán sin ella. En especial, Dorsey. Aunque estaban divorciados desde 2018, el exmarido de la artista fue uno de los primeros en llegar al lago para acompañar el operativo de búsqueda y apoyar a sus exsuegros.
Según trascendió desde su círculo más cercano, Dorsey apenas duerme. «Es una pesadilla. Él no puede imaginarse criar a su hijo sin Naya. Es la situación más devastadora», sostuvo un amigo de él a la revista People.
Esta misma fuente aseguró que desde que la actriz desapareció, Ryan y Josey pasaron todos los días con la familia de ella. «Todos se apoyan mutuamente y al mismo tiempo cuidan de Josey», agregó.
Dorsey y Rivera fueron amigos durante mucho tiempo antes de ser pareja. El romance salió a la luz en 2014, cuando los fotografiaron en México. En 2018 se separaron, pero tenían una muy buena relación y compartían la custodia de su hijo.
Fuente:TN