En medio de la crisis económica el sector se muestra dinámico en la generación de empleos y se presenta como uno de los principales motores de la demorada reactivación económica.
La pandemia de coronavirus Covid-19 profundizó la dura crisis económica y social que dejó el gobierno de Mauricio Macri tras cuatro años de políticas neoliberales que arrojaron a decenas de miles de personas al desempleo y la pobreza. Las políticas de reactivación económica que pensaba implementar el flamante gobierno de Alberto Fernández debieron ser reemplazadas por otras de contención frente al parate que obligó la cuarentena dispuesta para intentar morigerar el avance de la pandemia en el país.
La progresiva flexibilización de la cuarentena y paulatina apertura de la economía ya comenzó a mostrar los primeros signos de la demorada reactivación económica aunque se sigue muy lejos de los niveles de la pre pandemia. En esa línea la Construcción se presenta como uno de los sectores más dinámicos y con mayor capacidad para generar nuevos puestos de trabajo en el corto plazo.
Así quedó evidenciado en el último informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) que destacó que «la actividad de la construcción viene creciendo de manera sostenida los últimos meses, mostrando una dinámica de consolidación de cara a 2021″.
En ese sentido la Undav destacó que «el Plan Argentina Hace, que ya puso en marcha 706 obras en 700 municipios (y se apuesta el año próximo a llegar a los 2.300 municipios del país) y la reactivación de la obra privada desde hace varios meses en todas las provincias vienen siendo los principales impulsores de la recuperación».
Y señala que las perspectivas del sector para 2021 son muy auspiciosas por lo que el gobierno nacional lo entiende como motor dinamizador de corto plazo del empleo y la salida post-pandemia.
Por esta razón el gobierno de Alberto Fernández dispuso que el presupuesto para el próximo año incluya un incremento del 73,7% de recursos para gastos de capital, 203% para la partida de viviendas y 258,2% para la partida de agua potable y alcantarillado, en términos reales en relación a 2019.
«En este sentido, el primer indicador, el Índice Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), muestra que en octubre la actividad creció un 4,3% de manera inter-mensual, mientras que, en términos interanuales, se encuentra apenas por debajo de octubre 2019 (-0,9%)» indica el informe de la Undav. Es decir, ya está en niveles consolidados de la pre-pandemia. Además, la serie viene creciendo ininterrumpidamente desde el piso de abril. De hecho, la serie desestacionalizada muestra que ya se encuentra un 9% por encima de febrero.
Por otra parte, el Índice Construya, que engloba a las once empresas más importantes de la construcción, mostró en noviembre una contracción de 2,9% de manera inter-mensual, pero de manera inter-anual viene presentando un crecimiento continuo en los últimos seis meses, marcando el último mes un incremento del 13,4%. Es decir, ya se encuentra en niveles superiores a cualquier mes de 2019 y de hecho fue el mes con el nivel más alto en 36 meses. En relación a febrero, ya se encuentra en un 31,5% por encima.
El EMAE de la construcción es el indicador más conservador de los analizados por la Undav. Con datos a septiembre, registró una caída del 2,7% en relación a agosto y una contracción interanual de 28,1%. Aun así, el nivel de actividad se encuentra un 155% por encima del piso de abril, aunque aún un 19,6% por debajo del nivel prepandemia de febrero.
El consumo de despacho de cemento en noviembre mostró incremento de 25,1% interanual, marcando su tercer mes de crecimiento consecutivo. De hecho, se consumieron casi 1,1 millones de toneladas en el mes, el número más alto en 3 años. Desde el periodo marzo, abril y mayo del 2018 no ocurría que el consumo de despacho de cemento en el país creciese tres meses o más de manera interanual. En relación al último mes de la pre-pandemia, el consumo se encuentra casi un 60% por encima.
Por último, en referencia al empleo, los datos del SIPA muestran que, en agosto, por primera vez en 17 meses, el empleo de la actividad de la construcción volvió a crecer (se incrementó un 0,3% mensual), mientras que en septiembre esta dinámica se materializó con mayor fortaleza.
En septiembre el empleo formal de la construcción creció un 1,3% inter-mensual, equivalente a 4.200 nuevos empleos formales del sector. Entre julio y septiembre se crearon 5.200 empleos según la serie desestacionalizada, registrándose un total de 322.500 trabajadores.
«Por parte de la serie original del SIPA, se observa que el empleo formal privado de la construcción creció en 9.400 puestos entre julio y septiembre. Estos datos son más que positivos porque indican que la peor etapa ya pasó, indica la Undav.
En la comparativa interanual, el nivel de empleo se encuentra aún en un 24,6% por debajo de septiembre del 2019, es decir, 106.700 empleos menos que un año atrás, de los cuales 40.000 se perdieron en abril, el mes de mayor impacto de la pandemia tanto local como globalmente.
«Finalmente, los datos del INDEC muestran la misma tendencia que los del SIPA: entre julio y septiembre, se crearon 12.000 puestos de trabajo de la construcción, de los cuales 9.500 se crearon el último mes de registro. Si bien la variación interanual marca que hay una caída del 24% en relación a septiembre del 2019 (100.000 puestos de trabajo), comienza a avizorarse una recuperación del empleo de la mano de la actividad, que plantea ser un eje central del crecimiento de cara a 2021. Es de esperar que los números de empleo sigan consolidándose los últimos meses del año, dada la performance que muestran todos los indicadores entre octubre y noviembre y la apuesta a que en diciembre se sigan recuperando los números de la actividad», concluye el informe de la Undav.
Fuente: m1