Los expertos de la Fundación Mundo Marino explicaron qué deben hacer los turistas si se encuentran con uno de estos especímenes, que son de los más amenazados en la región
Al menos tres ejemplares cachorros de delfín franciscana, una especie que sólo habita en las costas del sur de Brasil, Uruguay y Argentina, y que es de las más amenazadas de la región, aparecieron en los últimos días en diferentes localidades de la Costa Atlántica y debieron ser recatados por organizaciones protectoras de animales.
Los hechos se registraron en las localidades balnearias de Nueva Atlantis, Las Toninas y Cariló, todas ellas zonas turísticas de la provincia de Buenos Aires que volvieron a recibir visitantes luego de varios meses de inactividad producto de las medidas restrictivas dispuestas por el Gobierno para intentar controlar la pandemia del coronavirus.
Los primeros dos casos se registraron en noviembre pasado y en ambas ocasiones expertos de la Fundación Mundo Marino se trasladaron hasta los lugares de los hallazgos para asistir a estos mamíferos, tras el llamado de los vecinos que se encontraron con los animales varados en la playa.
En tanto, a principios de la semana pasada también se encontró un pequeño delfín en Cariló aunque en esta oportunidad intervino primero la Fundación Ecológica Pinamar, que le brindó los primeros auxilios a la cría hasta que arribó el personal de Mundo Marino, que la trasladó hasta su centro de rehabilitación.
Este último es el único de los tres cachorros encontrados que aún permanece con vida, según informaron en un comunicado de la organización en el que señalaron que luego de estos tres rescates, se comunicaron con especialistas internacionales para formar un grupo de trabajo con el objetivo de ayudar en la recuperación de estos seres vivos.
Este equipo está integrado por la National Marine Mammal Foundation, de Estados Unidos, la ONG internacional Yaqu Pacha y diferentes centros de rescate de animales marinos en Brasil y Uruguay, quienes se propusieron elaborar un protocolo para la rehabilitación de ejemplares de esta especie y la difusión de recomendaciones para su conservación.
Además, la organización recomendó “tratar siempre de mantener al animal en poca agua, con su espiráculo (orificio por el cual respiran ubicado en su cabeza) fuera del agua” y remarcó que “no hay que intentar reintroducirlo al mar” porque seguramente “está débil” y por esa razón puede ingresar líquido en sus pulmones “agravando aún más su situación”.
“Siempre que el animal esté vivo es necesario alejar a la gente para que no se estrese, y con la asistencia de 1 o 2 personas debe mantenérselo húmedo.. Para discernir si el animal se encuentra vivo hay que observar que el espiráculo no se mantenga cerrado, ya que es a través de ese orificio por donde realiza el intercambio de gases con los pulmones. En caso de encontrarse muerto, no acercarse por el riesgo sanitario que puede implicar”, agregaron los expertos.
El hecho de que aparezcan varados en la Costa Atlántica puede deberse, de acuerdo con los especialistas, a que “las madres de estos cetáceos lactantes mueran enmalladas en redes de pesca, lo que obliga a la separación física de ambos”.
“El cachorro comienza con un desplazamiento errático y termina varado en la playa. De hecho el hallazgo de hembras adultas muertas en redes de pesca con capacidad lactante y con su útero ensanchado refuerza esta hipótesis”, detalló Pablo Denuncio, doctor en ciencias biológicas e investigador de la Universidad Nacional de Mar del Plata y del CONICET.
El delfín franciscana o delfín Del Plata (cuyo nombre científico es Pontoporia blainvillei) fue noticia en el verano de febrero de 2016 cuando unos turistas tomaron un ejemplar de esta especie de la playa para tomarse una selfie, ocasionando la muerte del animal. Lo mismo sucedió un año después, en enero de 2017, pero en las playas de San Bernardo.
Fuente: infobae