Contra los números fijados en el Presupuesto, el cierre de 2020 mostraría una caída algo menor (entre 10% y 10,5%). Cerca del ministro Martín Guzmán aseguran que no está bajo estudio volver a las restricciones más duras si empeora la situación sanitaria
Si hay un escenario que por ahora el Gobierno descarta es volver a cerrar la economía como lo hizo en abril del año pasado. Claro que el aumento de casos de Covid-19 preocupa y tal vez pueda avanzarse con alguna medida de mayor restricción, como sucedió en los últimos días en algunas ciudades del interior, pero un nuevo lock down no sería efectivo, aseguran en el entorno del ministro de Economía, Martín Guzmán. No sólo por el impacto que implicaría en materia económica, sino porque creen que la sociedad tampoco lo cumpliría.
Bajo estos parámetros, y convencidos de que la estrategia ante un empeoramiento de la situación sanitaria debería ser endurecer los protocolos y avanzar con la vacunación, en el Palacio de Hacienda mantienen la proyección prevista en el Presupuesto de que la economía crecerá 5% durante 2021. Según afirman, es una estimación muy prudente -y así lo dijo Guzmán cuando presentó los números en el Congreso-, y ya tres puntos porcentuales dejaría de arrastre estadístico el 2020, a partir de la recuperación que tuvo la economía en la última parte del año.
El análisis que hacen es que ya la performance económica del segundo semestre del año pasado deja un arrastre de 3%, por lo que aún con un segundo trimestre negativo, sería muy probable alcanzar el 5% de crecimiento que el Gobierno previó en el Presupuesto. Incluso, si la situación sanitaria logra manejarse y se llega a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) entre marzo y abril, el rebote podría ser incluso mayor.
“Con que en la medición desestacionalizada la economía crezca en torno a 1% o 1,5%, ya estás en ese número. Y 1% es una economía planchada. El escenario es muy factible, aún con un rebrote, ya que no volveremos a una cuarentena como la que tuvimos”, dijo a Infobae una fuente del Palacio de Hacienda. Y agregó: “Esperamos que el sistema sanitario esté más preparado que en 2020. Debería estar la vacuna, por lo que hay focos que deberían empezar a apagarse. Y luego tenés protocolos”.
La recuperación que comenzó a partir del tercer trimestre es muy asimétrica. Hay sectores industriales que están trabajando a un nivel superior al de 2019, o la construcción, que empujado por la brecha cobró un fuerte dinamismo en la segunda mitad del 2020. Hay otros que nunca pararon, como el sector agropecuario, por ejemplo, y otros como el turismo y la gastronomía que están todavía muy golpeados por los efectos de la pandemia. “Hay sectores que no tienen ni mediano plazo”, admiten en el Gobierno, al mismo tiempo que reconocen que seguirán ayudando a las empresas que se encuentren en situación crítica.
“La caída de 2020 va a estar entre -10,5% y -11%. Hubo factores, sobre todo la brecha cambiaria, que hicieron que algunos sectores se recuperaran muy fuerte, como el automotriz y la construcción, y eso generó que la contracción fuera menor a la proyectada. De todos modos, la Argentina sigue siendo de las economías a las que peor le pegó el shock, aún a pesar de haber venido cayendo en los dos años previos”, afirmó el economista Gabriel Caamaño, de EcoLedesma.
Respecto de las proyecciones para este año, el analista coincidió con la estimación oficial respecto de que tiene que ser muy negativo el año en materia sanitaria y climática como para que ni siquiera se logre un crecimiento del 5%. Según Caamaño, de todos modos, “no hay mucho para festejar” porque el país no sólo será de los que más cayó en 2020, sino también de los que menos se recuperarán en este 2021 que acaba de comenzar. “La que tendrá la Argentina este año será una recuperación producto de la normalización. Tiene que ser muy malo desde lo pandémico y climático como para que la economía vuelva a caer”, dijo el economista.
A su vez, Federico Furiase, de EcoGo, señaló que con una caída promedio de 10 puntos en 2020, ya el mero arrastre estadístico para este año es de 4,7%. “Por eso, dijo, es factible un 5% de crecimiento aún con cierto rebrote del virus”. Agregó que todo dependerá de que el gobierno pueda estabilizar las variables nominales bajando la brecha cambiaria a través de un programa con el Fondo que logre venderle una historia de consolidación fiscal/monetaria al mercado, a pesar de las restricciones políticas del año electoral, en el que el gobierno intentará usar el dolar oficial y las tarifas como semi anclas para que el salario se recupere contra la inflación, sostuvo.
El Banco Mundial también modificó sus proyecciones mundial y redujo su estimación de crecimiento para este año. De 5,5% que preveía treparía la economía argentina, ahora estima 4,9%. “Se prevé que la economía de Argentina crezca un 4,9 por ciento este año, lo que sería la primera tasa de crecimiento positiva en cuatro años. Se espera que la relajación de las medidas de mitigación de la pandemia y la desaparición de la incertidumbre en torno a la reciente reestructuración de la deuda respalden el consumo y la inversión privados. A medida que el consumo se ralentiza, el crecimiento se proyecta que se suavizará al 1,9 por ciento en 2022″, explicó el organismo.
Fuente: Infobae