Desde el sector señalaron que hay menos arroz, yerbas, algunas conservas y enlatados. Desde el Gobierno aseguran que «No hay desabastecimiento».
Los supermercados de las provincias denuncian problemas en la entrega de productos de primeras marcas, en especial aceites, arroz, yerbas, algunas conservas y enlatados. También alertaron por la llegada de listas con «aumentos encubiertos», como el fin de bonificaciones. En las góndolas, si bien no faltan productos, mermó la variedad y se entrega, en algunos casos, la mitad de los alimentos que se pidieron.
Desde el sector señalaron que se ven más faltantes de almacén. Además del aceite, donde todavía hay un efecto del paro de enero, hay menos entregas de yerbas, pastas, harinas, galletitas y arroz .
«Hay empresas que no entregan o que recurren a cambios de presentación de productos», remarcó a El Cronista, Víctor Fera, presidente de la Cámara de Mayoristas, Cadam. «El problema es que hay prácticamente un congelamiento de casi un año con inflación, donde se devaluó el tipo de cambio y subieron las naftas. Esperamos alguna definición de Comercio».
La Secretaría, en tanto, contempla la pérdida de poder adquisitivo y busca mantener actualizaciones de no más de un dígito, aunque hay empresas que pretenden subas más agresivas.
Para el Gobierno, «puede haber casos puntuales de faltantes pero no hay desabastecimiento». Cuando detectaron cambios de presentación de productos en relación a la que tenían en marzo para poner distintos precios. En esos casos, las firmas recibieron el llamado del Gobierno para retrotraer el precio. Para el aceite, se está instrumentando el fideicomiso privado con CIARA -la cámara del sector- para compensar los precios.
Por un lado, rigen los Precios Máximos, la «resolución 100» que nació con la emergencia económica de la pandemia y que el Gobierno empezó a reducir de a poco. Ya hubo dos deslistamientos de productos y en el sector esperan una tercera lista corta en los próximos días que abarcará categorías que no son de consumo masivo y que son elaborados por pymes.
En medio de esos topes, las alimenticias también empezaron a eliminar beneficios y bajar acuerdos comerciales para recuperar rentabilidad, según detallan en el supermercadismo.
«El empresario no va a vender a precios congelados si le suben los costos. Entonces entregan menos productos», detalló Víctor Palpacelli de FASA, la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) que junto a la Cámara CAS y los mayoristas denunciaron los faltantes en aceites, conservas y enlatados.
Con aumentos autorizados de 4% a 10%, «los costos han quedado por encima de los precios». Los empresarios marcan que «un alimento paga el 38% de impuestos Nación, provincia y municipio y una bebida el 48%», por lo que apuntan a articular la política fiscal.
Fuente: Minutouno