“A mí me dicen ´rebeldía´ y me anoto”. Si hay algo que define a Alejandro Paker es la trasgresión. Desde muy chico, desde la vez que dejó su Rosario natal para instalarse en Buenos Aires y dedicarse al teatro, una idea que no le cayó nada bien a sus padres. Pasaron ya 30 años de eso, pero sin dudas este fue el año en el que llegó la popularidad masiva. Todas las noches se luce como jurado en Canta Conmigo Ahora, el formato por el que Marcelo Tinelli apostó este 2022, y su presencia en el reality está lejos de pasar desapercibida: ya muchos lo apodaron como “el malo”, por su exigencia con los participantes, y sus originales trajes también lo hacen ´un distinto´.
“Se fue dando de a poco ese personaje. Marcelo me había preguntado con qué soñaba yo o qué iba a ofrecerle al programa, y es más, yo también le pregunté qué necesitaba. Y él me dijo que quería mi mirada, que tiene que ver con lo interpretativo más que con lo técnico. Porque todos son cantantes, es un casting muy bueno, entonces a ellos se les puede pedir un poco más”, reflexiona en diálogo con Teleshow, en un descanso entre las grabaciones.
—Viniste a ser como la contrapartida de Locho, que se levanta con todos los participantes…
—Claro, pero está todo más que bien. No hay pica, acá no fingimos nada, todo el tiempo estamos cantando en la carpa, es muy relajado.
Sus comienzos
“En aquel momento me vine a Buenos Aires sin hacerme preguntas, sin mirar si había o no red donde me iba a tirar. Esa es la omnipotencia de la juventud, tenía 20 años. Hoy con más años y más vida encima, tendría más dudas, me haría más preguntas. Igual me parece que siempre ganaría mi vocación”, analiza. Pero la rebeldía había empezado unos años antes. A los 14, comenzó a cantar en un coro y, al año siguiente, a estudiar actuación a escondidas en un taller gratuito para adolescentes.
—¿Cómo se enteraron tus padres?
—Los invité a la muestra, les dije que era un concierto del coro y era la muestra de fin de año.
—Un trasgresor para la época…
—Muy, siempre. Es que los padrinos artísticos que tuve, Gladys y Norberto (casualmente los padres de Alma Viva, otra de las jurados) me alentaron, eran energía, desparpajo y trasgresión. A mí me dicen ´rebeldía´ y me anoto (Risas).
—Hoy sos quien sos también gracias a eso…
—Claro que sí.
Alejandro Paker canto con una participante en Canta Conmigo Ahora y obtuvo 100 puntos
A los 20, se presentó a las audiciones del Jorobado de París, la versión musical para teatro de la novela de Victor Hugo, que realizaba Pepe Cibrián. “Éramos 2600, y quedamos 50 nada más”. Fue el inicio de su verdadera vocación, aunque claro, en paralelo tuvo que trabajar en otros rubros para poder mantenerse y pagar sus estudios de teatro. “Trabajé en un montón de cosas, era administrativo. No podía vivir del teatro porque hacía cosas muy under, laburaba en boliches…había que mantenerme económicamente y para mí era muy importante estudiar”, recuerda. Hasta que en 2006 llegó Cabaret, la obra que le cambió la vida. A partir de allí, pudo comenzar a vivir de lo que realmente le apasiona.
—¿Tuviste algún ‘no’ en tu carrera que te haya marcado?
—Siempre me dijeron ‘no’, de 100 audiciones que hice, en seis me dijeron que sí. Pero hay estilos de ‘no’ y todos fortalecieron mi espíritu. Fue un entrenamiento, de chocarte siempre contra una pared se te va haciendo el cayo, y mi deseo fue siempre construyendo músculo. Me replanteé muchas veces la vocación, pero me duraba un día. Me corría del enojo y también cuando el ego se corre, inmediatamente leo o veo algo de ficción, teatro, y eso me vuelve a conectar con mi creativo. Dreno ese sabor amargo en algo constructivo para mí. Eso me vuelve a revalidar y otra vez se me sube la autoestima.
—¿Sufriste muchos prejuicios a lo largo de tu carrera?
—Sí, un montón. Es más, yo fui educado a través de los prejuicios. Es algo que constantemente desaprendo y aprendo lo nuevo. Soy de una generación, que tanto mi familia como en el colegio y mi religión, el club, todos los contextos en los que me desarrollé están llenos de prejuicios. Me entrenaron a ser prejuicioso. Pero es un ejercicio que hago contantemente, correrme, y además me pregunto todo el tiempo ´¿ésto es algo que yo pienso o algo que me enseñaron a pensar?´. Hay palabras que ya no las digo más, como peor, mejor, todo lo que califica, encasilla y limita lo intento sacar de mi vida. Pero hoy tengo una mirada que todo eso sumó, es como el ´no´: me entrenó, sobre todo para aceptarme yo. Porque el que primero no se aceptaba, que era prejuicioso conmigo, era yo. Por eso tomaba como verdad el prejuicio hacia mí. Yo aceptaba eso del otro, porque yo también lo pensaba de mí. Sigue siendo un trabajo, hago diversas terapias, como la holística. Para mí no hay una sola verdad, yo tengo mi propia razón que la construí en base a mi historia y mi contexto. Y si me compartís la tuya, puedo entender que también hay otra mirada para entender la misma situación. Y bienvenida la diferencia, yo no tengo amigos que piensen igual que yo, porque yo me enriquezco también de la diversidad.
En 2020 llegó la pandemia, un golpe muy duro para los artistas. A finales de 2019, se había ido a audicionar a México para Aladin, quedó finalista y el 13 de marzo de 2020 tenía que volver para la final. Pero eso nunca ocurrió. “Menos mal, porque si hubiera quedado allá y sin trabajo, hubiera sido un caos. Pero en ese momento, arriesgué todo e iba dejar mi vida acá en Buenos Aires”; confiesa.
En el plano personal tampoco fue fácil. “Me quedé cuidando a mis viejos, que están enfermos. Ellos están con internación domiciliaria hace seis años, y me fui a vivir con ellos, me quedé con un enfermero. Fue durísimo, estuve con ellos encerrado ocho meses, con mucho miedo. El único que salía de la casa era yo, y todo con el protocolo de entrada y salida. Después volví a mi casa, ellos siguen cuidados con enfermeros. Todos los fines de semana voy a estar con ellos, a abrazarlos y a joder, llegó yo y es ´llegó el loco´”.
La popularidad repentina
Si bien estuvo en alguna apertura del Bailando e hizo alguna participación en ediciones anteriores de ese formato, este 2022 le llegó la propuesta de ser jurado, que no dudó en aceptar. Y con ella, una popularidad avasallante. “Recibo las puteadas más creativas y maravillosas en las redes. Me causan mucha gracia y a todas las reposteo, las retwitteo, porque para mí es muy importante que alguien me devuelva su sensación, su emoción. Yo soy actor, trabajo de eso, de generar. Y para mí, que me odien es parte de lo que genera mi personaje para el programa y para la gente. Cuando retwiteo, entienden que tengo humor y no lo tomo personal. Y en la calle, muy buena onda, me dicen: ´Paker, parate, sos un hijo de p…´”, comenta risueño.
“Me gusta la tele, y trabajar con esta producción. Hice Casados con hijos, Los únicos, Mil Millones, y algunas otras participaciones muy tímidamente. Pero esta es la primera vez que tengo una cotidianeidad. Soy ecléctico, no subestimo a nadie, a ningún género ni a ningún universo comunicacional. Todos son ricos en sí”. En este sentido, está por estrenar El encargado, una serie con Guillermo Francella y el Puma Goity como protagonistas, y a fin de año se lo podrá ver en una película con Adrián Navarro.
Sus originales trajes
Confiesa que, fuera de cámara, vive de jogging, buzos y zapatillas. “En la calle me reconocen solo por los rulos, porque mi pelo es muy característico”, sostiene. Pero cuando se enciende la luz roja, su look se transforma. “Los trajes fueron idea mía, yo se lo propuse al equipo de producción y empecé a mostrarles los primeros, les encantó. Me los hace el diseñador de alta costura Jorge Sandoval, que es muy teatral. No tiene que ver con destacarme, sino con el universo en el que yo me siento seguro, porque esto es lo que yo me pondría en el escenario. Me gusta ese universo musical, grandilocuente y teatral”, explica.
Agradecer, agradecer y agradecer. Ese parece ser su lema hoy: “Desde que mis viejos están así, muy pachuchos, empecé a entender el valor de la gratitud. Cuando empecé a agradecer, el universo empezó a darme. Quizás mañana me contradigo y te cambio esto porque hay algo que me lo haga repreguntar”.
Fuente: Teleshow