La Casa Rosada será pronto habitada por nuevos personajes, aunque no por el cambio de Gobierno, sino porque entrará en etapa de obras en uno de sus sectores más reconocidos.
Cascos amarillos, mamelucos, polvo, escaleras y andamios comenzarán a ser parte del paisaje en Balcarce 50. La Casa de Gobierno, edificio catalogado como Monumento Histórico Nacional desde 1942, será sometida a tareas de restauración y pintura.
Puntualmente, el lugar en el que se realizarán los trabajos será el destacado Patio de las Palmeras, uno de los sectores con mayor tránsito del mítico edificio.
Foto: Archivo NA.
«El servicio comprende los trabajos de restauración y pintura de las cuatro caras y de las galerías de los tres niveles del Patio de las Palmeras hasta su coronamiento en azotea, incluyendo cielorrasos, columnas, paños lisos, balustres, molduras, cornisas, parapetos de la azotea, etc. Incluirá también la restauración de los copones ornamentales ubicados en la galería del segundo nivel», indicó la Secretaría General de la Presidencia.
Además, se buscará corregir los problemas que afectaron al sector: «Debido a la gran exposición a la intemperie a la que estuvieron sometidas las fachadas del Patio de Palmeras, han sufrido una degradación importante en sus elementos constitutivos. Se observan ornamentos con desprendimientos, daños en cornisas, molduras y ornatos y envejecimiento de la pintura«.
El detalle de las tareas fueron incluidas en un pliego en el que se hizo particular énfasis en la importancia histórica y estética del lugar: «El prestador del servicio deberá proporcionar el máximo cuidado en todos los aspectos relacionados con la prestación de un servicio de restauración integral de toda la superficie muraria y cielorrasos, donde sean tomados en consideración los más mínimos detalles. La Secretaría General de la Presidencia hará especial hincapié en los resultados del servicio, que deben ser acordes con un efectivo nivel de excelencia, teniendo en consideración el cumplimiento de los parámetros de calidad exigidos».
Para constatar el cumplimiento de lo requerido, se advirtió que «se dispondrá de procedimientos de control permanente como supervisión por técnicos especialistas en la materia».
«Dado el carácter y el tipo de intervención, todos los materiales a incorporar a los trabajos, deberán ajustarse según las máximas condiciones de calidad, terminación y durabilidad», remarcó el área conducida por Vitobello.
El espacio a restaurar es de unos 4.100 metros cuadrados y forma parte del Patio de Honor, también llamado Patio de las Palmeras: ese sector fue realizado en la segunda etapa del Gran Proyecto de Unificación y Ampliación de la Casa Rosada por el arquitecto Francesco Tamburini, hacia 1889, respondiendo a la corriente Eclecticista-Historicista de la época y contando con una decoración con molduras, ornatos y relieves con estilicismos neorenacentistas y pinturas murarias que responden al movimiento «Aesthetic Movement» que se utilizó para para ello.
«Junto con el Salón de Honor y las Escaleras de Honor, realizadas en el mismo período, conservan partes con su decoración original, si bien también hay áreas en las que la decoración se ha perdido por completo, hay otras en las que se llevaron a cabo distintas intervenciones de restauración con resultados no adecuados y otras que se encuentran tapadas por capas de pintura de distintas épocas. Todo ello será objeto de estudio en esta restauración. Varias fueron las intervenciones desde su construcción, entre las que cabe destacar la realización a finales de 1800 y principios de 1900, en las que se agregaron la fuente junto con las palmeras que le han dado el nombre por el que se lo conoce en la actualidad y en la que se fueron cambiando los colores originales hasta llegar a los colores marfilineos que hoy se aprecian. Solamente pinturas decorativas en algunos cielorrasos preservan las decoraciones originales a la vista», precisó la Secretaría General.
Y agregó: «Tamburini reservó para el Patio de Honor los recursos decorativos más elaborados de toda la Casa, de allí la importancia que estos tienen a nivel patrimonial y de conservación patrimonial».
Aunque las obras todavía no fueron adjudicadas a ningún contratista, se prevé que demandarán una inversión que rondará los 200 millones de pesos.
Hasta el momento dos ofertas fueron confirmadas para el pliego 23-0023-LPU22: la firma Progorod S.A. presupuestó las tareas en 194.270.995 pesos, mientras que Almirón-Almirón S.R.L. cotizó 213.001.331 pesos.
Ambas propuestas serán evaluados tanto en el aspecto técnico, como en el económico, y, de ser adecuarse a lo solicitado, la obra de restauración será adjudicada y en los próximos meses comenzarán los trabajos en el Patio de las Palmeras.
Escrito por Pablo Tallón