CÓRDOBA. Mientras la política en general sufre el cisne negro de Morena, el cordobés Martín Gill libró su propia batalla en los Tribunales de Villa María, donde el pasado miércoles debía comparecer ante la Justicia para declarar ante una denuncia por presunta violencia de género de su parte. El intendente kirchnerista de Villa María postergó por tercera vez consecutiva la indagatoria y generó mucha bronca a nivel local, en una movida que fue leída como electoralista.
La nueva postergación fue justificada por el abogado del intendente, Eduardo Rodríguez, quien adujo tener que estar presente en otro acto procesal al momento de la citación. Rodríguez es, además, secretario de Gobierno del Municipio.
La denunciante es Lourdes Astudillo, una mujer de 39 años, quien denunció el 19 de marzo pasado al intendente por agresiones. Su descargo generó que la fiscal local Juliana Companys (causa Generación Zoe) impute a Gill por lesiones leves y violencia de género, ante el presunto vínculo sentimental entre la mujer y el intendente.
“Él me empujó a la cama y comenzó a ahorcarme. Sentí que me faltaba aire. Fueron segundos, pero me pareció mucho tiempo. Me repetía una y otra vez: ‘Es para que te tranquilices’”, relató la denunciante, a fines de abril, al diario Perfil Córdoba. Además, la mujer sugirió amenazas por parte del político.
“No podía contarle a nadie lo que me pasaba. Era de su propiedad. En una discusión fuerte que tuvimos le pedí la llave de mi departamento. Yo vivo en el sexto piso, me agarró del brazo y me arrastró tres pisos. Me dejó el cuerpo marcado con moretones. Ahí comencé a sacarme fotos porque sabía que esto no iba a terminar bien. Esas imágenes las entregué a la Justicia. Cuando yo le decía que lo iba a denunciar, él me desafiaba que lo hiciera y agregaba: ‘Total, a mí nadie me toca’”, detalló a la prensa. Desde el entorno de Martín Gill negaron los hechos.
Postergada nuevamente, la indagatoria llegaba en un tramo político clave para Martín Gill. Luego de hacer campaña para el PJ provincial en las elecciones cordobesas, ahora el ex secretario de Obras Públicas de Alberto Fernández trabaja activamente en la campaña de Unión por la Patria en Córdoba.
De hecho, el ex diputado electo por el Frente de Todos es uno de los hombres clave del oficialismo a pesar de haber jugado para el llaryorismo en las elecciones locales. En ese sentido, Gill apoyó al oficialismo cordobés al considerar débil el armado de Unión por la Patria a nivel local.
Para las Paso, el trabajo de Gill en la zona de Villa María y alrededores sería fundamental para el objetivo de recuperar el piso del 10% de los votos para Unión por la Patria. Cabe recordar que en las provinciales, el kirchnerismo se anotó apenas por encima del 2% de los votos, la peor elección de su historia en Córdoba.
No es el único
Además de Martín Gill, un caso parecido tiene lugar en Cruz del Eje, al norte de Córdoba. Allí, el actual intendente Claudio Farías también está imputado por violencia de género y ahora se sumaron los delitos de privación ilegítima de la libertad y desobediencia a la autoridad.
El hombre, que pertenecía al PJ provincial, fue acusado por una ex pareja y ahora enfrenta incluso la posible destitución. La medida eventual está siendo tratada por el Concejo Deliberante de Cruz del Eje.
Hasta diciembre, Farías cuenta con licencia en su cargo. En las últimas elecciones se presentó como candidato a legislador departamental y perdió luego de perder el apoyo del oficialismo sobre el cierre de la campaña.
Fuente: Urgente24