Mientras el abastecimiento de combustibles comienza a normalizarse, la preocupación del Gobierno por estas horas es que el fantasma del desabastecimiento se traslade a otros sectores de la economía. El temor principal: las góndolas de los supermercados.
Cualquier consumidor que en las últimas semanas haya realizado las compras en las grandes cadenas pudo percibir los inconvenientes -cada vez más notorios- en el abastecimiento de esos locales.
«Las entregas están raras desde hace tiempo. Tratamos de llegar con lo máximo posible, pero la situación es muy tensa», admitió un referente del mercado del consumo masivo.
El tema es que la crisis se viene agravando, en medio de la incertidumbre electoral, pero sobre todo por la indefinición del escenario económico. Una brecha cambiaria que trepó en un momento al 200% y la escasez cada vez más notoria de dólares para importar.
En ese contexto, la dinámica de precios y abastecimiento empeoró, y nadie quiere correr riesgos.
De allí que la orden del ministro candidato es que no se generen más tensiones en otros rubros sensibles a la población.
Por eso mismo, en las últimas horas hubo una convocatoria a las principales empresas de la alimentación. Además de refrendar el acuerdo por la continuidad de los ‘Precios Justos’, Economía pretende que no se agraven los problemas de abastecimiento en las cadenas minoristas.
‘Precios Justos’ y un acuerdo de días
Así, si bien en las conversaciones que algunas empresas líderes tuvieron con el equipo de Massa, ya se estableció que los aumentos pautados para noviembre, efectivamente, serán del 5%, lo cierto es que volverán a reunirse apenas pase el balotaje. Esa habría sido la condición del último pacto de precios, según publicó el sitio ‘iProfesional’.
Todos saben que el 20 de noviembre, en menos de tres semanas, arranca otro país. Una cosa será con Massa Presidente. Otro, con Milei Presidente, con un Massa totalmente fuera de escena.
Está claro que las empresas querrán saber el plan económico de quien resulte triunfador antes de seguir con cualquier acuerdo.
Por eso, lo más probable es que las empresas aseguren un nivel de abastecimiento -en cuanto a las cantidades y a la variedad-, a la espera de la definición política.
Fuente: Urgente24