A pocos kilómetros de Buenos Aires, lejos del ruido y la vorágine urbana, existen pueblos que parecen detenidos en el tiempo, ofreciendo una experiencia diferente para quienes buscan desconectar por un par de días. Estos destinos son ideales para una escapada rápida, con tranquilidad garantizada..
Estos pueblos bonaerenses combinan perfectamente el encanto rural con la comodidad de estar cerca de la ciudad, convirtiéndolos en planes ideales para visitar durante cualquier fin de semana.
Mercedes: Aire libre, tradición y sabores criollos
Entre sus principales atractivos se encuentra la famosa Pulpería de Cacho, un verdadero ícono cultural que mantiene vivo el espíritu tradicional de las antiguas pulperías bonaerenses, con guitarras en vivo, música folclórica y platos típicos como empanadas, carnes asadas y pastelitos caseros. Además, para quienes buscan actividad, las cabalgatas y circuitos de bicicleta son una excelente opción para explorar el entorno rural.
San Antonio de Areco: Un viaje a las raíces gauchas
San Antonio de Areco, a 113 kilómetros de Capital Federal, es uno de los pueblos bonaerenses más emblemáticos. Su identidad gauchesca se respira en cada rincón: desde sus calles adoquinadas y edificios históricos hasta las tradicionales pulperías y talleres de platería, que mantienen vivas las costumbres y el arte del siglo XIX.
El Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes es una parada imprescindible, ofreciendo una fascinante ventana al pasado y a la vida rural argentina. Además, el río Areco ofrece un entorno relajante para hacer picnics, pasear en bici o simplemente descansar bajo la sombra de los árboles. Como cierre perfecto, las parrillas y restaurantes locales sirven imperdibles asados y empanadas criollas.
Carlos Keen: Tranquilidad rural y pastas caseras
A solo 80 kilómetros de la ciudad, Carlos Keen es un destino ideal para quienes buscan paz absoluta y contacto cercano con la naturaleza. Este pequeño pueblo conserva su antigua estación de tren reciclada en un activo centro cultural, y mantiene un ritmo de vida pausado que invita a relajarse y desconectar.
Los fines de semana, las ferias artesanales y eventos gastronómicos aportan color y vida al lugar. Sus restaurantes rurales son una parada obligada, famosos por ofrecer pastas caseras y carnes a la parrilla preparadas según las recetas tradicionales. Ideal para paseos a pie o en bicicleta, Carlos Keen combina de forma perfecta el silencio del campo con sabores auténticos.
Estas tres joyas cercanas a Buenos Aires invitan a redescubrir el placer de la tranquilidad, la buena comida y la belleza simple del campo bonaerense, sin necesidad de alejarse demasiado de casa.