La Prevención y el Tratamiento de ACV
La prevención y el tratamiento inmediato de los accidentes cerebrovasculares (ACV) son esenciales en todas las edades, destacando la necesidad de controlar la hipertensión arterial. La neuróloga Daiana Dossi, quien encabeza el servicio de neurología en Fleni, abordó este tema en una entrevista en LN+, enfatizando el creciente riesgo en los jóvenes.
Factores de Riesgo en la Juventud
Dossi indicó que «con los ACV está sucediendo algo inusual: cada vez más jóvenes presentan factores de riesgo que eran característicos de adultos, lo que está reduciendo la diferencia de edad”. Según la especialista, “actualmente, las mujeres jóvenes enfrentan un riesgo elevado de sufrir un ACV, así como un aumento en la tasa de mortalidad asociada”. Además, subrayó que “el 80% de estos casos se relaciona con factores de riesgo”.
La neuróloga también habló sobre el concepto de plasticidad neuronal, que se refiere a la capacidad de las neuronas para adaptarse a los cambios. “Cuando estas patologías ocurren, hay que evaluar la situación cuidadosamente”, explicó Dossi.
Consecuencias y Rehabilitación
En muchos casos, los ACV conllevan un daño cognitivo, provocando dificultades en la memoria y en la comprensión de la situación actual de los pacientes. “Existen situaciones de ACV que no se pueden resolver mediante medicación. La rehabilitación que incluye terapia ocupacional y kinesiología es fundamental”, agregó. También advirtió que “después de 24 horas no hay tratamientos de rescate disponibles, ya que es imposible recuperar el flujo sanguíneo perdido”.
El Caso de Alejandra «Locomotora» Oliveras
Alejandro Musacchio, jefe de Neurorradiología del Hospital Cullen de Santa Fe, mencionó el caso de la exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras, describiendo que “tenía un carácter bondadoso, pero le faltó un poco de autocontrol. Presentaba una patología en la arteria carótida derecha: era hipertensa y no se hacía revisiones”. Musacchio relató que, aparentemente, Oliveras sufrió el ACV mientras dormía y, al despertar, ya presentaba déficit motor en el lado izquierdo, aunque estaba consciente y llamó a sus hijos.
Al ingresar al Hospital Cullen, la exboxeadora tenía una arteria casi obstruida y una notable acumulación de calcio en sus vasos desde hacía años. Los factores de riesgo que pueden contribuir a un ACV, además de la hipertensión, incluyen diabetes, colesterol alto, obesidad, sedentarismo y antecedentes familiares de estas patologías. Para reducir el riesgo de sufrir un ACV, especialmente en personas mayores de 55 años, es fundamental la prevención y el control de estos factores.