La partida de un ícono de la moda
Giorgio Armani, conocido como el «Rey» de la moda italiana, falleció este jueves a los 91 años. Desde el lanzamiento de su primera colección en 1975, se estableció como una figura prominente en el universo de la alta costura y construyó un imperio de renombre mundial. A lo largo de su vida, Armani enfrentó numerosas adversidades, incluyendo la supervivencia a la Segunda Guerra Mundial y la pérdida de su gran amor, Sergio Galeotti. Sin embargo, hay un capítulo poco conocido en su historia que lo marcó profundamente desde su infancia.
El primer amor de Giorgio
En una entrevista concedida al Corriere della Sera en 2024, durante la celebración de su nonagésimo cumpleaños, Armani recordó momentos de dolor que forjaron su carácter. Hablo de su primer amor, una vecina de su ciudad natal, Piacenza, quien a la edad de ocho años perdió la vida de forma repentina. «Wanda vivía a tres cuadras de mi casa y era una niña de aspecto exótico, con una piel ligeramente étnica: cabello lacio y una raya al medio, un poco como las chicas actuales. Se convirtió en mi novia. Murió aplastada por un camión. Pasó un camión, cruzó la calle y no se dio cuenta de que había otro camión detrás, que la impactó aquí, en el cerebelo», recordó Armani con crudeza.
El diseñador enfatizó el efecto profundo que tuvo esta tragedia en su vida, en un contexto de posguerra donde la sociedad luchaba por olvidar los horrores de los bombardeos y los ataques. Sin embargo, este no fue el único amor significativo para Armani.
Un encuentro que cambiaría su vida
En la década de los 70, mientras trabajaba para la maison de Nino Cerruti, conoció al arquitecto Sergio Galeotti durante un viaje a La Capannina en Versilia. Armani describió aquel momento como un flechazo y recordó cómo la sonrisa de Galeotti lo cautivó. «Me dijo: ‘Tenés un potencial enorme’. Sergio vio mi ropa y se dio cuenta de que podía llegar más lejos», afirmó. Juntos fundaron la Giorgio Armani Corporation en 1975.
La relación con Galeotti despertó en Armani sentimientos que habían emergido en su adolescencia, cuando se dio cuenta de su atracción por los hombres. Recordó un episodio en su colonia de vacaciones donde sintió algo especial por un coordinador: «Había un líder que inmediatamente me inspiró un sentimiento de amor. No me di cuenta del todo de esto, y no seguí adelante. Pero a partir de entonces, mi vida comenzó de una manera diferente».
El dolor de una pérdida
Desafortunadamente, en 1985, el vínculo con Galeotti llegó a su fin tras la prematura muerte del arquitecto a los 40 años. Armani expresó: «Cuando Sergio murió, murió una parte de mí. Debo decir que me felicito un poco, porque soporté un dolor tan intenso». Durante los últimos días de Galeotti, Armani se dedicó a trabajar y lo visitaba en el hospital llevando fotografías de sus desfiles. «Fue un momento extremadamente difícil, que tuve que superar, incluso contra la opinión pública».
Un legado perdurable
Giorgio Armani se destacó como una figura disruptiva e innovadora que elevó el estilo de la alta costura italiana a un nivel global. Diseñó para hombres y mujeres, llegó incluso a lanzar líneas de muebles. A lo largo de su vida vivió de acuerdo con sus deseos y, aunque no volvió a encontrar a alguien como Galeotti, en los últimos años de su vida compartió su existencia con Leo Dell’Orco, a quien amó profundamente, aunque su corazón siempre mantuvo un lugar especial para Sergio.