El ascenso de Javier Milei a la presidencia
La asunción de Javier Milei como presidente de Argentina ha sido aclamada por sus seguidores como el inicio de un experimento revolucionario: la implementación de un programa económico «libertario» que busca desmantelar el Estado y liberar completamente las fuerzas del mercado. Desde el comienzo de su campaña electoral, Milei ha proclamado su intención de «dinamitar» el Banco Central, dolarizar la economía y reducir el gasto público a niveles jamás vistos en la historia del país. Estas propuestas no solo se alejan de las políticas neoliberales convencionales, sino que, según sus detractores, constituyen una versión radicalizada de las mismas.
Contradicciones del dogmatismo libertario
No obstante, el proyecto libertario no es únicamente una cuestión ideológica; se encuentra atravesado por una dependencia estructural de los mercados financieros internacionales y de actores locales con intereses específicos. Este fenómeno genera una paradoja: aunque el discurso libertario exalta una libertad absoluta frente al Estado, en la práctica se establece un régimen de captura estatal por parte de elites financieras y empresariales.
Fundamentos del pensamiento libertario
El enfoque libertario de Milei se fundamenta en las enseñanzas de la escuela austríaca de economía, así como en el monetarismo. En su discurso, el Estado se presenta como el principal obstáculo para el desarrollo y se argumenta que la inflación es un fenómeno monetario causado por un excedente de oferta. Por consiguiente, las soluciones propuestas incluyen eliminar la emisión monetaria, reducir drásticamente el gasto público y privatizar funciones estatales.
Contradicciones inherentes
- El mito del anarcocapitalismo: algunos autores como Grimson argumentan que nunca ha existido un capitalismo sin Estado. La propiedad privada y los contratos requieren un marco legal para mantenerse.
- Libertad del capital vs. libertad de los ciudadanos: las políticas libertarias tienden a favorecer al gran capital, permitiéndole una mayor movilidad, mientras que limitan las libertades de la ciudadanía.
- Problemas de soberanía: la dolarización, vista como una herramienta para combatir la inflación, implica ceder la política monetaria a la Reserva Federal de los Estados Unidos.
La conexión financiera con Luis Caputo
La designación de Luis Caputo como ministro de Economía simboliza la vinculación del gobierno de Milei con el poder financiero global. Con una trayectoria en el gobierno de Mauricio Macri y experiencia en bancos como J.P. Morgan y Deutsche Bank, Caputo actúa como un nexo entre la política argentina y Wall Street.
Su función principal radica en asegurar a los acreedores internacionales la continuidad de los pagos de la deuda externa y ofrecer nuevas oportunidades de inversión a través de:
- La apertura de mercados.
- La privatización de empresas estatales.
- La liberalización financiera.
Impactos de las políticas económicas
Las primeras decisiones del gobierno de Milei reflejan la radicalidad de su programa: la eliminación de subsidios a servicios públicos, la liberalización de precios y la reducción del gasto social, han provocado un aumento considerable de la pobreza y la desigualdad social. Asimismo, se ha flexibilizado la normativa laboral y atacado a los sindicatos, lo que ha resultado en una creciente conflictividad social.
Consecuencias sobre la democracia
La implementación de estas políticas provoca un clima de deslegitimación política y una ruptura del contrato democrático. Tal como advierte Rosanvallon, reducir la democracia a la mera autorización electoral erosiona el principio de igualdad.
Perspectiva global del experimento libertario
El experimento libertario en Argentina no puede ser entendido sin considerar su contexto internacional. La extrema derecha global opera en red, compartiendo estrategias y discursos. El intercambio mediático entre Milei y Tucker Carlson ha ilustrado la conexión con sectores de la derecha radical a nivel mundial. A nivel económico, fondos de inversión y bancos internacionales ven en Argentina un campo adecuado para aplicar reformas que en otros países serían problemáticas.
Tensiones y riesgos del modelo
El experimento de Milei se enfrenta a múltiples tensiones y riesgos, como la erosión de la legitimidad de ejercicio, los conflictos de interés, la inestabilidad macroeconómica y la resistencia social. La legitimidad inicial se desvanece frente a los costos sociales del ajuste, generando un estado de demanda de cambio entre la población.
Conclusión sobre el legado del experimento
El «experimento Milei» no es meramente un proyecto ideológico, sino una combinación de dogmatismo libertario y dependencia financiera, sostenida por actores locales e internacionales. Se corre el riesgo de que este modelo, que transforma al Estado en garante de intereses privados, sea la puerta de entrada a un «autoritarismo neoliberal». El resultado de este experimento será determinante para el futuro de la democracia argentina y puede sentar un precedente para otros países de la región.