Un avance que transforma vidas
La pérdida de visión central representa una dura realidad para millones de personas, impidiéndoles realizar actividades tan cotidianas como leer, escribir o reconocer rostros. Tradicionalmente, esta pérdida se consideraba irreversible, pero un nuevo dispositivo está reescribiendo esa narrativa: un implante ocular electrónico llamado Prima que ha demostrado ser efectivo para restaurar la capacidad de lectura en quienes sufren de ceguera causada por la degeneración macular seca relacionada con la edad (DMAE), una de las principales causas de pérdida visual a nivel mundial.
Características del chip Prima
Creado por la empresa estadounidense Science Corporation, este chip tiene un tamaño de apenas 2 milímetros por 2 milímetros, siendo también la mitad del grosor de un cabello humano. Este implante se coloca debajo de la retina, que es la capa sensible a la luz, facilitando que los pacientes comiencen a visualizar letras, números y palabras con su ojo previamente ciego.
Funcionamiento de la visión protésica
Los pacientes que participaron en el ensayo internacional —realizado en el Moorfields Eye Hospital en Londres y en otros 16 centros en Europa— utilizan unas gafas de realidad aumentada equipadas con una cámara de video. Esta cámara dirige imágenes hacia el chip, el cual transforma la señal visual en impulsos eléctricos que estimulan las células de la retina y envían la información correspondiente al cerebro.
Los datos se procesan mediante inteligencia artificial a través de una pequeña computadora portátil que los pacientes llevan en la cintura, permitiendo que las imágenes sean interpretadas y traducidas a una forma de visión digital. «Esto marca el comienzo de una nueva era en la historia de la visión artificial. Por primera vez, los pacientes ciegos están recuperando una parte significativa de su visión central, algo nunca antes logrado», afirmó Mahi Muqit, cirujano vitreorretinal del Hospital Moorfields y director del estudio.
Resultados alentadores del ensayo
El ensayo incluyó a 38 pacientes que padecían atrofia geográfica, una forma avanzada de DMAE. Todos ellos habían perdido su visión central, conservando únicamente una visión periférica muy limitada. Luego de un procedimiento quirúrgico de menos de dos horas, el chip se activa un mes después, momento en el cual los participantes comienzan un intenso programa de rehabilitación para aprender a interpretar las nuevas señales visuales.
Según los resultados publicados en el New England Journal of Medicine, el 84% de los participantes logró leer letras, números y palabras utilizando el dispositivo. De manera promedio, los pacientes fueron capaces de distinguir cinco líneas en una tabla de visión, en contraste con su situación anterior donde no podían ver ni el gráfico. Algunos incluso ya han comenzado a leer libros, consultar recetas médicas y resolver crucigramas. «He tenido muchos pacientes ciegos que me preguntaban si había algo que pudiera recuperar su vista, y siempre respondí que no. Hoy en día, esa respuesta ha cambiado», celebró Muqit.
Efectos positivos y posibilidades futuras
El sistema no produce dolor ni efectos adversos, lo que permite su uso ilimitado. «El dispositivo únicamente se activa al ponerse las gafas, y los pacientes pueden usarlas todos los días, durante el tiempo que deseen», explicó el especialista. Una de las pacientes, Sheila Irvine, compartió su experiencia diciendo que representa «una nueva forma de mirar». «Antes, era como ver dos discos negros con bordes distorsionados. Ahora puedo leer las etiquetas de los productos y mis recetas médicas. Aprender a leer de nuevo no fue simple, pero cada día veo más», relató.
Este avance en tecnología ocular es considerado un cambio de paradigma por parte de los cirujanos que participaron en el proyecto. «Estamos seguros de que esta tecnología será escalable», indicó Muqit, quien espera que pronto se integre en los servicios públicos de salud.
El impacto de la degeneración macular
La degeneración macular afecta a aproximadamente cinco millones de personas en todo el mundo, especialmente aquellas mayores de 60 años. Hasta ahora, no existía tratamiento eficaz para la forma seca de esta enfermedad. Este innovador implante, que promete devolver una visión funcional, podría cambiar radicalmente la vida de aquellos que habían perdido la esperanza de volver a leer o reconocer a alguien.
El dispositivo Prima representa un avance significativo, convirtiendo la luz en lenguaje, la tecnología en visión, y la pérdida en posibilidad.