Una victoria histórica para Brasil
Caio Bonfim, con 34 años, hizo historia en el Mundial de Tokio, convirtiéndose en el primer marchador brasileño en ganar una medalla de oro. Este triunfo lo logró el sábado en la competencia de 20 kilómetros gracias a una impresionante remontada en los últimos tramos de la carrera. Mientras celebraba su victoria, sorprendió al revelar que había perdido su anillo de boda durante la competencia y que, al cruzar la meta, no se había percatado de que había terminado en primer lugar.
Detalles de la carrera
Bajo fuerte presión, Bonfim realizó un ataque contundente en la última vuelta, finalizando la carrera con un tiempo de 1h18:35. Esto le valió el primer lugar, superando al atleta chino Zhaozhao Wang, que terminó en 1h18:43 (medalla de plata), y al español Paul McGrath, con un registro de 1h18:45 (bronce).
Reflexiones tras la victoria
En declaraciones tras su triunfo, Bonfim compartió: «He perdido mi anillo de boda en el tercer kilómetro. Creo que a mi esposa no le importará porque he ganado la medalla de oro». Además, mencionó el apoyo incondicional de su esposa, quien siempre ha confiado en él. Después de que lograra la plata en los 35 kilómetros, le aconsejó que creyera en sí mismo para alcanzar el oro.
Familia y motivación
Emocionado, Caio destacó la presencia de sus tres hijos como fuente de motivación durante la carrera: «No podía dejar de pensar en ellos en las últimas dos vueltas. He ganado por ellos y por mi país, Brasil.» También dedicó unas palabras a su madre, Gianette, quien jugó un papel fundamental en su carrera atlética: «Poder abrazarla después de cruzar la meta fue especial; ella ha sido crucial para mí en este deporte».
Remontada inesperada y reconocimientos
Al referirse a su remontada en los últimos kilómetros, Bonfim confesó que no se dio cuenta de que estaba en la delantera: «Pensaba que iba segundo. Solo quería otra medalla, sin saber que sería de oro». Con este logro, Bonfim suma su cuarta medalla en mundiales, pero destaca que es la primera de oro, un año después de haber alcanzado la plata olímpica en los 20 kilómetros en París 2024.
Un hito en el atletismo brasileño
Esta victoria también marca un hito en el atletismo brasileño, ya que es el tercer título mundial del país, tras los logros de Fabiana Murer en salto con garrocha (2011) y Alison Dos Santos en 400 metros con vallas (2022).
Superando adversidades
Caio Bonfim, durante su infancia en Sobradinho, enfrentó el rechazo y la burla, incluso sufrió insultos en la calle por su dedicación a la marcha. A lo largo de su carrera, ha comentado: «Me decían que me comportara como un hombre. Hay ignorancia; la gente no entiende la marcha atlética». Aunque ha enfrentado problemas como la homofobia en su camino, está orgulloso de su identidad como marchador.
Trayectoria en el deporte
A lo largo de su infancia, fue presionado para jugar al fútbol, un deporte emblemático en Brasil que practicó entre los 6 y 16 años. Sin embargo, problemas de salud, como la meningitis y una deficiencia de calcio, limitaron su capacidad física. Su madre, Gianette, siete veces campeona nacional, lo animó a seguir en el atletismo. Después de dejar el fútbol, comenzó a marchar, inicialmente intimidado por la técnica que implica movimientos laterales.
Éxitos previos en su carrera
Bonfim debutó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde finalizó en la posición 39. Desde entonces, su carrera ha tenido un notable ascenso: fue sexto en el Mundial de Pekín 2015, cuarto en los Juegos de Río 2016 y, en 2017, obtuvo su primer bronce mundial en Londres, donde se sintió «el rey del mundo». Después de una caída en su rendimiento en Tokio 2021, ha encontrado una nueva oportunidad en su madurez atlética, logrando el bronce en Budapest hace dos años y la plata en París.
Una historia de perseverancia
Finalmente, este Mundial de Tokio representa la culminación de años de esfuerzo para Bonfim. A sus 34 años y tras ocho Mundiales, expresó: «Tokio será parte de mi historia. He luchado mucho y he trabajado arduamente para llegar aquí; hay que renunciar a muchas cosas».