Pese al nuevo revés judicial, el ADR de YPF en Wall Street cerró con una suba de 0,4%, alcanzando los US$ 31,08. Aunque el avance fue moderado, contrasta con la tensión que generó el fallo en otros activos argentinos. Aun así, el papel acumula una caída mensual del 1,2% y una pérdida anual del 26,9%, reflejo del daño reputacional que sigue arrastrando el litigio por la expropiación.
En la Bolsa porteña, la acción de YPF (YPFD) acompañó con fuerza: ganó 2,09% y cerró en $40.425, acumulando un avance de 6,6% en la semana. La reacción local, más entusiasta, sugiere un reposicionamiento táctico impulsado por expectativas de recuperación o cobertura ante el atraso cambiario.
Preska, inflexible
Como se preveía, la jueza Loretta Preska, del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, rechazó el pedido del Gobierno argentino para suspender la entrega de acciones de YPF a Burford Capital, el fondo litigante que compró los derechos del caso.
El plazo para ejecutar la entrega de acciones fue extendido hasta el 17 de julio, pero el país ya apeló ante la Cámara del Segundo Circuito y pidió una suspensión administrativa temporal. De no prosperar estas medidas, se abriría la posibilidad de un desacato judicial, un escenario que remite al conflicto con los holdouts en 2014.
El riesgo país salta a 717 puntos
El fallo generó un efecto inmediato sobre los activos soberanos. El riesgo país escaló 17 unidades, cerrando en 717 puntos básicos, su nivel más alto en más de un mes. El avance refleja el deterioro de las expectativas sobre la capacidad del país para normalizar su relación con los mercados internacionales.
Consultoras y analistas advierten que, en caso de que la justicia estadounidense entienda que Argentina entra en desacato, se complicará aún más el acceso al crédito externo. El antecedente de 2014 es claro, pero esta vez el país no está aislado, y el costo institucional podría ser mayor.
Bonos en dólares en rojo
La presión también se hizo sentir en la deuda soberana. Los principales bonos bajo ley extranjera cerraron con caídas generalizadas. El GD30D bajó 0,4%, el AL29D retrocedió 1,7% y el AL30D cayó 0,4%.
En particular, el GD30D arrastra una pérdida del -13,4% en el mes, mientras que el AL29D muestra una baja del -15% (en parte por el corte de cupón), lo que consolida un fuerte ajuste de carteras por parte de inversores institucionales ante el deterioro del frente judicial.
Dólar y futuros: suben las coberturas cambiarias
En paralelo, el dólar financiero volvió a moverse al alza. El MEP cerró en $1.295,84 (+2,1%) y el CCL en $1.295,52 (+1,6%), mientras que el mayorista alcanzó los $1.279,50 (+1,4%). Las tasas implícitas en el mercado de futuros también reflejan una mayor expectativa de devaluación.
El contrato de dólar septiembre (DLR/SEP25) operó a $1.352, con una TNA del 26,32%, y los tramos más largos, como diciembre o enero, ya superan los $1.450/$1.470, marcando una curva en ascenso.
El frente judicial se complica
Mientras tanto, la jueza Preska convocó a una audiencia clave el 15 de julio para tratar el pedido de los demandantes de avanzar en embargos sobre empresas públicas consideradas “alter ego” del Estado: Aerolíneas Argentinas, Arsat, Enarsa y el BCRA.
De avanzar esa línea, el riesgo operativo para empresas estatales o con participación estatal podría aumentar significativamente. El objetivo de los demandantes es claro: cobrar la sentencia firme de septiembre de 2023 por US$ 16.000 millones, que aún está siendo apelada por la Argentina en otro expediente, aunque sin fecha próxima de resolución.