El secretario de Energía, Darío Martínez, firmó una resolución que incrementa en hasta 89% el precio mayorista, medida que desde las grandes industrias y comercios anticipan que podría subir los precios, justo cuando el Gobierno trabaja (infructuosamente) para contener la inflación.
Desde el 1 de marzo, las grandes industrias y comercios de todo el país se quedarán sin el subsidio a la electricidad.
La Secretaría de Energía eliminará un beneficio en el costo mayorista de la energía eléctrica de unos 2900 Grandes Usuarios que consumen más de 300 kilovatios (kW) de potencia y la pagan a la distribuidora (denominados GUDIs), por lo que verán aumentos en sus boletas de entre 35% y 50%, de acuerdo a cálculos oficiales.
Según el sitio especializado ‘EconoJournal’, el impacto en la factura final trepará, en algunos casos, hasta un 70%.
La intención es lograr un importante ahorro fiscal, que no puede precisar Energía por el momento, pero que calculan que sería cerca de $20.000 millones.
Es una corrección de un «manifiesto tratamiento desigual en materia de costo de la energía eléctrica que había entre usuarios de más de 300 Kv diarios», según informó oficialmente el Gobierno, y tendrá un impacto significativo.
El Precio Estabilizado de la Energía (PEE) en las horas pico, resto y valle trepará a partir del mes que viene un 89%, al tiempo que el Fondo Nacional de la Energía Eléctrica se duplica, de $80 a $160, de acuerdo a lo que establece la Resolución 131 y su anexo, firmada el lunes por el secretario del área, Darío Martínez.
Asimismo, el Precio de Referencia de la Potencia (POTREF) se mantiene en $80.000 por megavatio-mes.
Con todo, la parte mayorista de las facturas de estos grandes usuarios representa entre el 30% y el 50% del total, dependiendo cada distribuidora y los impuestos provinciales y municipales.
Es por eso que en el Gobierno estiman que el alza rondará el 35% a 50% final. Energía dejó afuera de la resolución a organismos y entes públicos que presten los servicios de salud y educación.
Fuentes de la industria, dijeron al diario ‘El Cronista‘, que creen que si bien esta medida tiende a un sistema justo y defienden la idea de que las tarifas deben reflejar los costos, este aumento debería ser escalonado y podría tener un importante impacto en los precios de los bienes, en medio de una inflación creciente.
«Hasta ayer existían en Argentina menos de 2900 grandes consumidores sobre unos 650.000 pequeños y medianos comercios, talleres, industrias y prestadores de servicios, que tenían un subsidio que significaba un diferencial de costos y un beneficio con respecto a sus competidores en la provisión de los mismos bienes y servicios. Estas industrias beneficiadas iban desde fábricas automotrices hasta grandes espacios comerciales, incluso petroleras«, comunicaron en el Gobierno.
Martínez manifestó: «Hemos tomado esta medida para remediar inequidades que provocaban distorsiones en el costo de la electricidad entre empresas de similares tamaños y actividades, algunas de las cuales pagan el precio monómico y no tenían acceso a la tarifa subsidiada, de la que gozaban sus competidoras«.
Según ‘EconoJournal’, los alcanzados por el aumento son un universo de 6200 grandes usuarios de electricidad, entre los que figuran algunas automotrices como Ford, cementeras, fundiciones, empresas metalmecánicas y grandes comercios. Son empresas que reciben la energía de las distribuidoras, a diferencia de otros grandes —GUMA/GUME’s— que compran la electricidad que consumen directamente en el mercado mayorista.
En tanto, para conocer el impacto inflacionario de la decisión de la Secretaría de Energía habrá que analizar el peso de la energía en la estructura de costos en los distintos rubros alcanzados por la fuerte suba de tarifas: «Hay varios sectores productivos en los que la energía no tiene tanto impacto en la estructura de costos. Pero en otros, la suba de las tarifas eléctricas se trasladará al precio final de los productos manufacturados«, explicó un economista.
Fuente Urgente24