Un cambio en el diseño del baño
A lo largo de varios años, las mamparas han sido una característica indispensable en los baños modernos, simbolizando higiene, funcionalidad y un estilo depurado que desplazó a las clásicas cortinas de plástico. Su popularidad se remonta a las décadas de 1960 y 1970, cuando la arquitectura del hogar se enfocaba en crear espacios prácticos y confortables. Sin embargo, su atractivo ha disminuido. El mantenimiento constante, las manchas difíciles de quitar y la acumulación de humedad han transformado a las mamparas en un elemento más problemático que estético.
A pesar de los trucos caseros que han circulado en redes sociales, mantenerlas en excelentes condiciones puede requerir casi una limpieza diaria. Debido a esta incomodidad, arquitectos y usuarios han comenzado a explorar alternativas que fusionen estilo, practicidad y durabilidad.
Muros de obra como alternativa
Uno de los diseños en auge son los muros bajos de obra. Esto consiste en estructuras construidas a media altura que funcionan como barreras para las salpicaduras, sin cerrar completamente el espacio de la ducha. El resultado son baños más abiertos y luminosos, donde la ducha se integra de manera armoniosa con el resto de la habitación. Esta tendencia se alinea con un enfoque global que prioriza la facilidad de limpieza y la reducción de rincones donde se acumula la suciedad.
La revolución de la ducha italiana
La principal innovadora en esta transformación es la ducha italiana, también conocida como walk-in shower. Su concepto es claro: una ducha a ras del suelo, que elimina escalones y barreras físicas, ofreciendo un diseño completamente abierto. En su forma más básica, incluso prescinde de paneles de vidrio, brindando un acceso directo y cómodo. Otras versiones añaden un solo cristal para evitar que el agua salpique, sin perfiles ni marcos que interrumpan la continuidad visual.
La clave del diseño radica en la ligera inclinación del suelo, que dirige el agua hacia un desagüe lineal, convirtiendo a la ducha italiana en una opción adaptable a cualquier estilo.
Bañeras exentas: la nueva tendencia
Para aquellos que cuentan con el espacio suficiente, las bañeras exentas se han vuelto cada vez más populares. Estas bañeras, que no están empotradas sino que se apoyan directamente en el suelo, permiten disfrutar tanto de una ducha rápida como de un baño relajante. Según Pinterest, la búsqueda de estos modelos se encuentra entre las más crecientes en decoración.
Técnicamente, ofrecen múltiples ventajas, como el hecho de que no requieren acabados complicados y permiten ser instaladas cuando el espacio esté listo, simplemente eligiendo la pieza deseada. Esta experiencia de inmersión proporciona la misma sensación de relajación que un jacuzzi, perfecta para crear un ambiente de spa.
Consideraciones sobre las mamparas
La elección de utilizar o no mamparas está sujeta a los gustos y necesidades de cada persona. Sin embargo, es importante considerar los beneficios de no usarlas:
- Amplitud y luminosidad: al eliminar marcos y perfiles, el baño aparenta ser más grande.
- Accesibilidad: la ducha italiana es segura y cómoda para personas mayores, niños o con movilidad reducida.
- Mantenimiento simple: solo se necesita un paño para limpiar el suelo.
- Estética: su diseño minimalista realza la experiencia del baño a un nivel de lujo.
A pesar de todo, las mamparas todavía presentan ventajas innegables: son duraderas, seguras, prácticas y estéticamente agradables. Proporcionan la posibilidad de dividir el espacio y ofrecer un grado de intimidad sin interrumpir la vista ni sobrecargar el ambiente, siendo adecuadas tanto para baños grandes como pequeños.
Además, su versatilidad es notable: hay modelos corredizos que optimizan el espacio, plegables que se adaptan a espacios reducidos y diseños fijos con paneles de vidrio templado que aportan un aire moderno. Aunque requieren un mantenimiento regular, la incorporación de vidrios tratados con tecnologías antical o recubrimientos especiales facilita su limpieza y prolonga su vida útil.