El inesperado adiós de Brasil
La eliminación de la selección brasileña en la fase de grupos del Mundial Sub 20 ha causado una profunda conmoción en el país. Este evento sin precedentes se consuma con la derrota de Brasil ante España por 1-0 en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos de Santiago de Chile. Con este resultado y la victoria de México sobre Marruecos, la Canarinha finalizó en el último lugar del Grupo C.
Reacciones a la eliminación
Luego de que la selección juvenil viviera esta amarga experiencia, los medios de comunicación brasileños no tardaron en levantar su voz con críticas contundentes. El diario Globo Esporte tituló: «Brasil hace una vergüenza y queda eliminado en la fase de grupos del Mundial con un punto». En la misma línea, destacaron que esta es la primera vez en la historia que el país queda eliminado en esta etapa.
Por su parte, Folha de Sao Paulo subrayó que es la primera ocasión en que la selección sub 20 no avanza a la segunda fase después de haber ganado cinco títulos en su trayectoria: 1983, 1985, 1993, 2003 y 2011. Citaron además la intervención del técnico Ramón Menezes posterior a la derrota, donde expresó: «La afición está triste, molesta, pero a veces no entienden todo el contexto, todas nuestras dificultades. Tuvimos poco tiempo para trabajar, para entrenar».
Los detalles del partido
En el desarrollo del encuentro, Brasil comenzó con un dominio notable, creando varias oportunidades de gol. Leandrinho y Wesley Gassova estuvieron en el centro de las primeras llegadas, y un disparo de João Cruz se estrelló contra el travesaño. Aunque Luighi anotó en los primeros minutos del juego, el tanto fue anulado por una posición de fuera de juego. A pesar de su insistencia, la falta de puntería en el ataque es lo que quedó marcado como la principal razón de su caída.
Con el paso del tiempo, España equilibró el juego y comenzó a dominar la esfera del balón. El primer tiempo estuvo repleto de interrupciones y escasas oportunidades claras de gol. El único tanto del encuentro llegó al inicio de la segunda parte, tras una jugada colectiva donde Iker Bravo eludió a la defensa y al arquero Otávio, enviando el balón al fondo de la red.
Después del gol, Brasil intensificó su búsqueda por el empate, con ocasiones de Erick Belé y Rhuan Gabriel que pusieron a prueba al portero Fran González, quien se destacó con intervenciones críticas. En los minutos finales, González se lució al detener un mano a mano frente a Luighi, consolidándose como figura clave del partido.
Un torneo problemático
La selección brasileña llegó al torneo con importantes bajas, incluyendo a los prometedores Endrick y Estevao, quienes están consolidándose en clubes europeos. El entrenador Ramón Menezes había expresado su inquietud por estas ausencias, mencionando que «es una generación de Estêvão, Vitor Roque, Vitor Reis, y estos jugadores no participaron en el Campeonato Sudamericano.»
Brasil tenía la misión de ganar ante España, tras empatar con México y caer frente a Marruecos. Con solo un punto en su haber, el empate no era una opción viable. La controversia se amplió después de que México no pudo desbancar a Marruecos del primer puesto, dejando a España casi asegurando su pase a octavos de final con cuatro puntos.
Esta temprana eliminación de Brasil, que ha sido una de las naciones más exitosas en el torneo con cinco títulos, deja una profunda sensación de decepción, agudizada por su última consagración en la cita de Colombia 2011, donde brillaron nombres como Philippe Coutinho.