El desafío de la gobernabilidad
A pesar de los esfuerzos realizados por el Gobierno, este continúa aislado y lucha por formar una red sólida de aliados con gobernadores y líderes políticos. En un contexto electoral y tras sufrir una derrota en las urnas, que evidenció una disminución en su apoyo popular, la administración de Javier Milei se ha propuesto reconstruir la gobernabilidad.
Gestos que no son suficientes
Aunque Milei ha adoptado una moderación notable y ha realizado llamadas a trabajar «codo a codo», estas iniciativas chocan con el desánimo y reticencia de los líderes políticos para ofrecer su apoyo al Gobierno en este momento crítico. Un colaborador cercano a la Casa Rosada expresó: «Ya es tarde, tardísimo», tras intentar sin éxito detener otra sesión desfavorable para el oficialismo en la Cámara de Diputados.
En el horizonte del Gobierno se encuentran 14 gobernadores, además de los tres aliados locales que se alinearán con La Libertad Avanza en octubre. Existe un interés particular por formalizar una alianza con la familia Macri, tras dos años de tensiones, sobre todo después del triunfo de los sectores violetas en la Capital Federal.
La presión sobre el establishment
Adicionalmente, se está gestando una presión hacia el establishment para resaltar el supuesto “riesgo kuka” antes de las elecciones, un argumento que la Casa Rosada está comenzando a utilizar como salvavidas electoral. Sin embargo, las pruebas iniciales de esta etapa de diplomacia han resultado desfavorables, ya que el Poder Ejecutivo intentó sin éxito anular los vetos de Milei a leyes clave como la de financiamiento universitario y la de emergencia pediátrica.
Movimientos en el gabinete
La sesión de ayer en Diputados se convirtió en una dura realidad para el Gobierno, que esperaba reconciliarse con sus aliados históricos y captar apoyos. Lisandro Catalán, en su nuevo rol como ministro del Interior, es el encargado de facilitar esta labor, participando en reuniones con representaciones de Pro y grupos de gobernadores a través de Zoom.
Relaciones con los gobernadores
Catalán ha iniciado un recorrido por el interior del país, visitando a Osvaldo Jaldo en Tucumán y Gustavo Sáenz en Salta, y planea continuar con Raúl Jalil en Catamarca. Sin embargo, la efectividad de estas visitas queda en duda si no resultan en apoyos tangibles en el Congreso. A pesar de su sinceridad, algunos gobernadores que fueron amistosos al principio han comenzado a distanciarse.
Perspectivas complicadas
Los vínculos con algunos gobernadores son percibidos como más sencillos que con otros. Bajo un esquema de semáforo, a Marcelo Orrego y Claudio Poggi se les asigna un estado de verde claro, indicando un mejor vínculo, mientras que otros como Jaldo y Sáenz están en amarillo. En el color naranja figuran líderes de la Patagonia, y en rojo, aquellos gobernadores que forman parte de Provincias Unidas, que se posicionan como potenciales rivales para el 2027.
Un importante colaborador presidencial ha admitido que no existen condiciones políticas claras para sumar a los gobernadores a un acuerdo de gobernabilidad. Aunque el Gobierno ha intentado, los acercamientos concretos con Mauricio Macri han sido escasos, y el esquema de trabajo conjunto sigue sin establecerse.
En medio de esta incertidumbre, la Casa Rosada mantiene la esperanza de contar con el respaldo de lo que denominan el establishment, local e internacional, para frenar a los peronistas. Se cree que muchos votantes históricos de Juntos por el Cambio que no participaron en las elecciones de septiembre se motivarán para votar en octubre.