Detalles del crimen en Córdoba
Tras la detención de Pablo Laurta, acusado del asesinato de su expareja Luna Giardina y de su exsuegra Mariel Zamudio, así como del secuestro de su hijo de cinco años, los vecinos han compartido alarmantes relatos sobre el comportamiento del presunto perpetrador y de las víctimas.
Comportamientos previos
Juan y Laura, quienes se identificaron como testigos, describieron que “Luna tenía miedo, siempre estaba a la defensiva”, añadiendo que el acusado había intentado en varias ocasiones llevarse al niño. Juan relató que conocía a Laurta desde un incidente en octubre pasado, cuando el hombre había pasado varias noches en el techo de la casa de las víctimas. “Estuvo durmiendo dos o tres noches en el techo, abajo del tanque y desde ahí las acosaba”, comentó.
El día del crimen, Juan recordó que estaba trabajando cuando escuchó una fuerte detonación, a la cual inicialmente no le dio importancia. Más tarde, vio a Pablo pasar con el niño, “caminando como si nada”. La policía llegó al lugar alrededor de las 19 horas buscando a Luna. Al ver las ventanas abiertas y no obtener respuesta al llamar, Juan se sintió angustiado. “Estuvieron menos de un minuto y se fueron…”, explicó.
Recuerdos de episodios previos
- Un vecino recuerda haber saltado la medianera durante un altercado previo, encontrándose cara a cara con Pablo, quien logró escapar.
- Otra vecina, Laura, destacó que Luna y Mariel vivieron en la misma casa “toda la vida” y que el acusado había obligado a Luna a mudarse a Uruguay hace dos años.
- Laura también mencionó que Laurta había tratado de controlar a las mujeres, llegando al extremo de enviar mensajes cuestionando su cuidado del niño.
Una situación complicada
Claudio González, jefe de la Policía de Entre Ríos, calificó el incidente como “un hecho aberrante”, señalando que la toma o retención del hijo por parte del acusado no resulta normal en este contexto. González explicó que se enteró del caso a través del ministro de Seguridad de Córdoba y que tras la detención, Pablo fue llevado a un hospital por sentirse descompuesto. Sin embargo, una vez que se verificaron su estado de salud, fue trasladado a la comisaría, donde se encontró un arma y otros elementos relevantes para la investigación en su habitación.