Una afección silenciosa pero peligrosa
Alrededor de 1 de cada 3 argentinos padece hígado graso, una condición que muchas veces no presenta síntomas y está relacionada con el sobrepeso, la mala alimentación, la diabetes y el sedentarismo. Esta enfermedad se clasifica principalmente en dos categorías: no alcohólica y alcohólica.
El cardiólogo Jorge Tartaglione explicó que «el hígado graso no da síntomas. Primero ocurre la acumulación de grasa dentro de las células del hígado, lo que a su vez provoca inflamación y cicatrización. Este estado es reversible, pero una vez que avanza a la cirrosis, la situación se complica considerablemente». Además, hizo hincapié en que esta afección incrementa el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular (ACV). «Como cardiólogo, este diagnóstico me alerta sobre posibles problemas cardíacos futuros. Un paciente de 40 años con hígado graso necesita un seguimiento proactivo, ya que esto podría impactar en su salud cardíaca», subrayó.
Riesgos de la enfermedad
Tartaglione también enfatizó que si el hígado graso no se maneja adecuadamente, podría conducir a tres tipos de enfermedades graves:
- Cirrosis
- Fibrosis
- Cáncer de hígado
Detección de hígado graso
Dado que esta condición suele ser asintomática en sus primeras etapas, el especialista aconsejó realizar dos estudios cruciales para su detección:
- Ecografía
- Análisis de sangre
«La elevación en las enzimas hepáticas indica una sospecha de hígado graso», señaló. Al conocer los resultados de la ecografía, es posible tomar acciones para mejorar la salud. «Opta por una alimentación saludable y revisiones médicas frecuentes», añadió.
Recomendaciones para el tratamiento
El cardiólogo sugirió un enfoque integral para manejar la condición y prevenir su avance:
- Actividad física
- Pérdida de peso
- Dieta equilibrada
- Abstinencia de alcohol
Consumo de jarabe de maíz de alta fructosa
Tartaglione atribuye el incremento de hígado graso tanto en Argentina como a nivel mundial al jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), un endulzante muy común en productos procesados debido a su bajo costo. «Este jarabe se metaboliza únicamente en el hígado, donde se acumula y causa daño», concluyó.
La dieta mediterránea
La dieta mediterránea es considerada la más efectiva para el tratamiento del hígado graso, gracias a su contenido de antioxidantes, fibra, cereales integrales y ácidos grasos omega 3, y su bajo contenido en azúcares. Es esencial evitar el alcohol y las bebidas azucaradas. No se trata de eliminar las grasas de la dieta, sino de controlar la calidad y cantidad de los alimentos que se consumen.
Consejos dietéticos
- Incorpora aceite de oliva crudo en las ensaladas para mantener sus propiedades beneficiosas.
- Aumenta el consumo de pescado a la semana.
- Incrementa la ingesta de frutas y verduras.
- Incluye legumbres en tus comidas.
- Opta por lácteos descremados y bajos en grasa.
- Suma frutos secos a tu dieta.
Opciones caseras para limpiar el hígado
Entre las alternativas naturales que pueden ayudar a depurar el hígado, se destacan:
- Jugo de remolacha: Rico en potasio y antioxidantes, ayuda a reducir la inflamación.
- Té verde: Asociado con una disminución del riesgo de enfermedades hepáticas.
- Café: Consumido en moderación, puede reducir el riesgo de cirrosis y ciertos tipos de cáncer hepático.