Una mirada a otras maravillas peruanas
Al asociar Perú con el famoso Machu Picchu, es fácil pasar por alto otros tesoros arqueológicos menos conocidos que enriquecen la historia y el paisaje del país. Entre estos, Kuélap y Choquequirao se destacan como destinos que ofrecen una experiencia única: explorar fortalezas en medio de las nubes, recorrer senderos atemporales y sumergirse en una herencia cultural que perdura en las alturas montañosas.
Kuélap: una fortaleza en las nubes
Ubicada en el norte de Perú, en la región Amazonas, se encuentra Kuélap, una de las construcciones más impresionantes de la época preincaica. Esta ciudadela se eleva a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar, en la cima del cerro Barreta, donde la sierra se encuentra con la selva. Su figura imponente se entrelaza con la neblina y es rodeada por un exuberante bosque nuboso, ofreciendo vistas espectaculares del valle del Utcubamba.
Construida por la cultura Chachapoyas, conocidos como “los guerreros de las nubes”, Kuélap es un sitio que sorprende por su monumentalidad. Con una plataforma de aproximadamente 600 metros de largo, muros de hasta 20 metros de altura y más de 400 estructuras circulares decoradas con frisos geométricos, esta fortaleza funcionó como un centro administrativo, religioso y militar, además de ser un espacio ceremonial profundamente conectado con la naturaleza.
Cómo llegar
El acceso a este impresionante sitio puede realizarse por diversas vías. Desde Lima, se puede volar hasta Chachapoyas, la capital de Amazonas. Desde allí, las opciones son:
- Toma el teleférico, un viaje de 20 minutos que ofrece vistas aéreas sorprendentes.
- Viajar en automóvil.
- Realizar una caminata de aproximadamente cuatro horas (9 kilómetros) para conectar con el paisaje antes de llegar.
Choquequirao: el enigma de los incas
En el sur, también a más de 3,000 metros de altitud, se sitúa Choquequirao, en la región de Cusco. Este sitio, construido durante el apogeo del Tahuantinsuyo, funcionaba como un centro político, religioso y agrícola. Su relevancia estratégica estuvo marcada por su resistencia ante la llegada de los conquistadores.
Radiando majestuosidad arquitectónica y espiritualidad, Choquequirao comparte similitudes con Machu Picchu, pero mantiene un distintivo: permanece alejada del turismo de masas. Una gran parte de sus templos, plazas y andenes aún se encuentra en proceso de excavación, lo que brinda a los visitantes la oportunidad de descubrir una ciudad llena de secretos aún por desvelar.
El acceso a Choquequirao
El viaje hacia Choquequirao no es fácil y requiere de un trekking de varios días a través de paisajes montañosos y valles profundos. La caminata inicia en el pueblo de Cachora, en Apurímac, o desde Capuliyoc, que está más cerca del sendero. En total, se recorren aproximadamente 60 kilómetros en total, lo que puede llevar entre 4 y 5 días, con pernoctes en campamentos.
Este desafío físico se ve recompensado con impresionantes vistas de terrazas que parecen flotar en abismos profundos, escalinatas que conducen a sagrados sectores ceremoniales y un horizonte donde se funden la selva y la cordillera.
Una experiencia auténtica
Tanto Kuélap como Choquequirao son destinos que no suelen figurar en los itinerarios más tradicionales, recordándonos que Perú ofrece mucho más que solamente Machu Picchu. Ambos lugares invitan a vivir una experiencia auténtica, rodeada de paisajes únicos y aventuras inusuales: pasear entre ruinas silentes, redescubrir culturas ancestrales y apreciar la grandeza inmaculada de los Andes.