Al cónclave habrían concurrido Karina Milei, estratega de la campaña para la elección nacional, Eduardo Lule Menem, asesor de la secretaria general de la presidencia, Sebastián Pareja, el armador bonaerense, y también Santiago Caputo, el asesor al que ningunearon en el armado de las listas pero hoy parece importante a la hora de aconsejar las futuras movidas.
¿No alcanza con el Javier Milei “modo zen” que ya no insulta y ha bajado varios cambios?
Los números serían muy “flacos” en la históricamente justicialista Tercera Sección Electoral donde La Libertad Avanza se inclinó por una figura muy poco conocida, el ex policía (y concejal de Florencio Varela) Maximiliano Bondarenko.
“Compramos la agenda de seguridad para el Oeste y el Sur pero los datos más complicados nos llegan desde la economía, con familias cada vez más endeudadas para poder comer” fue una de las críticas planteadas a quienes tomaron la decisión de coronar en las listas a un ex uniformado.
Aparentemente, tampoco cayó muy bien el “aterrizaje” exprés de las Fuerzas del Cielo en La Matanza donde se sacaron una foto y el presidente llegó a decir que se trataba de Kosovo.
Y… ¿Quién habla de economía?
La gran esperanza de los violetas es la Primer Sección Electoral porque en el Norte del Conurbano, Diego Valenzuela (intendente de Tres de Febrero) tendría mucho mayor grado de conocimiento y mejor intención de voto.
También, la Quinta Sección podría mostrarse apenas un poco más competitiva gracias al impulso del intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro.
«Nos quedamos sin voceros económicos en la batalla más grande” reconocen con pesimismo ya que escogieron a un policía (Bondarenko), un historiador/periodista (Valenzuela) y un abogado/ ex fiscal y ex juez (Montenegro) para las tres estratégicas seccionales nombradas.
La consigna es “evitar el efecto contagio” porque entre los comicios provinciales y los nacionales existirán menos de dos meses.
Por ello, una derrota en Buenos Aires podría complicar las chances del verdadero partido para la Casa Rosada: la conformación del próximo congreso argentino donde se decidirá la suerte (para bien o para mal) de los hermanos Milei.