«Queremos también estar -sostuvo- en la vanguardia en materia de cooperación internacional, poniendo a disposición nuestro conocimiento desarrollado a lo largo de casi 120 años y a nuestra logística antártica y, también, en la preservación del ambiente antártico y en el compromiso en la lucha contra el cambio climático», detalló.
Santiago Cafiero señaló que el objetivo es que Argentina «sea modelo en el mundo de compromiso con la paz, la ciencia y la preservación del ambiente antártico. Esta es la mejor forma de reafirmar nuestra soberanía sobre el sector antártico argentino».
Alberto Fernández viajará acompañado, además de Cafiero, por los ministros de Defensa, Jorge Taiana; de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; y de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, como así también por el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona; y la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti.
La base Marambio, dependiente de la Fuerza Aérea Argentina, es la principal puerta de entrada de la logística argentina en la Antártida, y desde 1947 se despliega desde allí el mayor número de campamentos científicos durante la Campaña Antártica de Verano. Es la principal base científico militar permanente de Argentina y una de las principales de toda la Antártida, y está ubicada sobre el mar de Weddell, a 30304 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.
Gabriela Cerruti, el jueves pasado, había anunciado en la Casa Rosada que el jefe de Estado haría la visita histórica a la Antártida argentina y puso de relieve que «ningún presidente ha estado ahí en los últimos 20 años».
«Nuestro país tiene la presencia permanente e ininterrumpida más antigua en la Antártida, a raíz de la inauguración el 22 de febrero de 1904 de la primera estación científica y observatorio meteorológico en las Islas Orcadas del Sur (Base Orcadas)», apuntó la portavoz de la Presidencia.
Si continúan las buenas condiciones climáticas en esa zona, Fernández tiene previsto viajar mañana a la noche hacia Ushuaia, para el miércoles «estar disponible para cruzar a Marambio cuando las condiciones se den», precisó a esta agencia una fuente de la Casa Rosada.
En tanto, el regreso será el mismo miércoles desde Marambio a Ushuaia (estimativamente dos horas en un avión Hércules), y desde ahí a Buenos Aires.
La «ventana» de buenas condiciones climáticas es esencial para la realización del viaje, recordaron las fuentes, e hicieron hincapié en que el Presidente había planeado viajar a la Antártida argentina el 25 de mayo del año pasado.
Consultado por Télam, Carmona analizó que la visita del Presidente «ha puesto en evidencia el fuerte compromiso que Argentina mantiene con la ciencia, la preservación del ambiente, el desarrollo de la logística y la cooperación internacional en el continente antártico».
«Pero además -enfatizó- significa un fuerte impulso para la planificación y gestión futura, en el marco del Programa Antártico Argentino», que lleva ya más de medio siglo.
El funcionario puntualizó que «por primera vez desde la promulgación de la ley Antártica de 1969 cumpliremos con lo que ella preveía y nunca se formuló: una Estrategia Nacional Antártica que sirva de marco a la planificación de corto, mediano y largo plazo de nuestro programa antártico».
«Así proyectaremos al futuro la enorme experiencia argentina acumulada por casi 120 años. La Estrategia Nacional Antártica, que esperamos tener diseñada antes de la finalización del primer semestre de este año, será nuestro puente al futuro en materia antártica», destacó Carmona.
Fuentes de la Cancillería consultadas por esta agencia remarcaron que la «ciencia antártica argentina constituye el eje central de la política antártica nacional y fuertemente vinculada a los intereses estratégicos nacionales en el Atlántico Sur, y consolida nuestra presencia soberana».
En ese plano, mencionaron que fue el expresidente Juan Domingo Perón, a través del decreto 17040 de 9 de junio de 1948, quien creó la División Antártida y Malvinas bajo la dependencia de la Cancillería argentina, con la función de entender en todo lo «relacionado con la defensa de los derechos jurídicos argentinos sobre la Antártida Argentina, Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur».
El 12 de febrero de 1951, Perón y Evita despidieron el buque con la primera expedición científica hacia la Antártida continental argentina.
De esa forma, el presidente Fernández viajará a la Antártida argentina «enarbolando las banderas históricas de Perón y con la agenda verde para un desarrollo sustentable», pusieron énfasis en en el Palacio San Martín.
En ese camino, subrayaron la importancia de «entender la decisión geopolítica de Alberto Fernández de ir en persona a poner en valor la Antártida en todas sus facetas, diplomáticas, de defensa, de ciencia y tecnología».
Fuente: Minutouno