El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, firmó ayer un acuerdo con la Oficina Federal de Investigación (FBI) con el objetivo de crear un equipo de trabajo entre las fuerzas federales de ambos países para combatir el delito complejo. Lo hizo tras su paso por Washington, con el subdirector adjunto del buró federal de investigaciones, Jason Beachy.
El detalle del documento establece la creación de un equipo de trabajo conjunto con las policías de ambas naciones que incluye cursos de capacitación, provisión de equipamiento e intercambio de información con el objetivo de mitigar delitos complejos de carácter internacional como el narcotráfico, el terrorismo, la trata de personas y el ciberdelito.
De esta forma, la Argentina será el primer país de América Latina en conformar este equipo especial y en la misma línea lo harán Paraguay y Brasil, según revelaron fuentes del Ministerio de Seguridad, con foco en la seguridad regional.
En el marco de su viaje por Estados Unidos, el ministro se reunió además con el embajador de Estados Unidos, Mark Stanley, el día anterior a la firma del acuerdo, con la intención de avanzar en la agenda de trabajo conjunta en materia de seguridad.
En ocasión del InterAmerican Dialogue, Stanley brindó junto al embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Arguello, una conferencia de prensa en la que disertaron sobre la relación bilateral argentino-estadounidense que cumple 200 años.
El diplomático de la administración de Joe Biden hizo referencia a la vinculación de la Argentina con China, y precisó que el gigante asiático “quiere tener más presencia militar y control” en América Latina. Además, mostró preocupación por la instalación del 5G y los peligros de espionaje que puedan surgir del uso de la tecnología.
“Las guerras en el mundo no pasarán por armas militares como misiles, sino por alguien que apague tu planta de energía y pueda hacer lo mismo en una planta nuclear. Todo esto puede ser muy peligroso y estamos muy preocupados”, indicó.
Aníbal Fernández, del riñón del presidente Alberto Fernández, formó parte de la delegación que lo acompañó en su visita a la Casa Blanca, a finales de marzo. En aquella oportunidad, además de participar de la bilateral entre Fernández y Biden, visitó también las oficinas de la Administración de Control de Drogas (DEA), con quien comparte la coordinación de una agenda conjunta.