El 1 de noviembre, a pedido de la querella y la fiscalía, se ordenó peritar todos su teléfonos celulares, luego de que los abogados de la Vicepresidenta presentaran un reclamo tras detectar que el diputado entregó a la Justicia un celular que compró después de los hechos y que no era el que utilizaba al momento en el cual, según un testigo, habría pronunciado la frase «Cuando la maten, yo voy a estar en la Costa», dos días antes del atentado.
«Vengo a ponerme nuevamente a disposición de la justicia, franqueando el ingreso a mi domicilio», agregó Gerardo Milman, que explicó que busca «evitar de esta forma daños en mi propiedad y mayor alteración de la tranquilidad de mi seno familiar».
Por último, pidió que no se secuestre un teléfono celular que aseguró haber comprado el día en que entregó su móvil en el juzgado «para no quedar incomunicado» y por su «actividad laboral», y adjuntó el comprobante de esa adquisición.
Fuente: Minuto Uno