Las cámaras que nuclean a comerciantes y empresarios de Neuquén insisten una revisión de la tarifa actualizada del servicio de energía que ofrece CALF. La semana pasada solicitaron una reunión y fueron recibidos por las segundas líneas de la cooperativa neuquina. Insisten en que padecieron subas de entre un 70 y 140 por ciento en sus boletas, mientras que desde la distribuidora intentan transitar el reclamo entre el bajo perfil y una campaña que pone de manifiesto el estrés que sufren las cuentas de la organización.
En el caso de los domicilios el nuevo cuadro tarifario, aplicado para los consumos de julio, beneficia a los hogares que más gastan y perjudica a los domicilios de menor demanda, como pueden ser casas pequeñas y departamentos.
Los empresarios y comerciantes, que intervinieron cuando se discutía el cuadro tarifario que se abrochó a la nueva concesión, quedaron presos de lo que fue uno de sus pedidos: la discriminación del costo de potencia y la energía del valor agregado de distribución (VAD).
Si bien la nueva factura no resuelve el pedido, algo que habría aportado transparencia, si discrimina y obliga a los usuarios comerciales a calcular el uso de potencia que demandarán puntualmente y no con sobre estimaciones, porque se perjudican.
También advirtieron que las subas podrían ser superlativas para el sector. En septiembre del año pasado alertaron del impacto del nuevo cuadro y hasta acertaron en las subas proyectadas. “Creemos que hay incrementos para el sector industrial y grandes consumidores, dependiendo del rango, de hasta un 70%”, dijo Carlos Roberti, integrante de la cámara mercantil de Neuquén (ACIPAN), el 24 de ese mes.
Fuente: Rionegro