El presidente Alberto Fernández se reunió este lunes con el mandatario electo del Paraguay, Santiago Peña, dando inicio a una semana que estará signada por una agenda regional, que incluye su participación, en Brasil, de una cumbre de presidentes sudamericanos que buscará poner nuevamente en marcha la Unasur y una visita a Bolivia para inaugurar junto a su homólogo Luis Arce, la primera obra de conexión eléctrica entre ambos países.
En la mañana del lunes, en la Quinta Presidencial de Olivos, Fernández recibió a Peña y a su compañero de fórmula, Pedro Alliana, quienes se impusieron el pasado 30 de abril en las elecciones generales paraguayas con más de 42 por ciento de los votos.
Durante el encuentro, en el que estuvo acompañado por el canciller Santiago Cafiero, Fernández les confirmó a los dirigentes del Partido Colorado su participación en la ceremonia de transmisión de mando que se realizará el próximo 15 de agosto en la capital paraguaya de Asunción.
Según se informó oficialmente, el Jefe de Estado expresó el interés argentino de continuar trabajando en la integración entre ambos países, en virtud de los «históricos lazos de hermandad».
«Ha sido un placer recibir al presidente electo de Paraguay, Santiago Peña. Los históricos lazos de hermandad entre nuestros países son parte fundamental del proceso de integración regional que necesita nuestra Latinoamérica para fortalecerse», señaló Fernández tras la reunión en su cuenta en la red social Twitter.
En ese mismo mensaje, Alberto Fernández remarcó que «espacios como el Mercosur y la Unasur son esenciales para consolidar las democracias y alcanzar esa unidad».
La mención a esos organismos regionales del titular de la Casa Rosada pareció apuntar a la condición de socios comerciales que Argentina y Paraguay tienen en el marco del Mercosur, pero también como un nuevo mensaje destinado a reflotar la Unasur, el organismo que fue eje en el fuerte proceso de integración que vivió la región la década pasada y del que Asunción se retiró en 2019.
El viaje a Brasilia
Esta noche, Fernández y su comitiva partirán hacia Brasilia para asistir al cónclave organizado por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en lo que será la segunda escala de la agenda regional de esta semana.
Desde la llegada al poder de Lula da Silva, el jefe de Estado argentino buscó acelerar la integración con Brasilia, con los países del Mercosur y se ha enfocado en la rehabilitación del bloque suramericano, del que el expresidente Néstor Kirchner fue su primer secretario General.
La reunión de presidentes de la Unasur se llevará a cabo mañana desde las 10 en el Palacio de Itamaraty de Brasilia, con agenda abierta, y con un horario tentativo de finalización a las 18, informaron a Télam fuentes del Gobierno argentino.
Tras la cumbre está prevista una cena, en el Palacio de la Alvorada, en honor a los participantes.
En la reunión se buscará motorizar la Unasur que, con el regreso de la Argentina y Brasil, vuelve a tener los seis países necesarios para poder sesionar, ya que en su carta constitutiva remarca que tiene que tener la mitad de los miembros, que son 12.
Los seis países que actualmente conforman la Unasur son la Argentina, Bolivia, Brasil, Guyana, Surinam y Venezuela. Los seis restantes son Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
Todos han sido invitados por el Gobierno brasileño, según detalló el jueves pasado el canciller brasileño Mauro Vieira.
La agenda del encuentro será abierta, con la idea principal de convocar a los países que faltan reingresar a la Unasur.
Básicamente los más cercanos serían Colombia y Chile, aunque para poder volver al organismo tienen que pasar por su Parlamento, añadieron las fuentes.
Asimismo, se discutirá la política de integración latinoamericana y llegar a la conclusión de si el mejor mecanismo para lograrlo sea a través de la Unasur y, de este modo, sumarle más músculo político -que ya tuvo su primer gesto con la vuelta de la Argentina y Brasil que anunciaron Fernández y Lula este año- y que sea un espacio estratégico determinante de la presencia internacional de Sudamérica.
Esta actividad será el primer acto político concreto impulsado por el presidente de Brasil, donde explicitará su voluntad de generar el consenso necesario que convalide su vocación de liderar este nuevo proceso de integración.
La Unasur
El tratado constitutivo de Unasur (TCU) fue firmado el 23 de mayo de 2008 en el marco de la Reunión Extraordinaria de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en la ciudad de Brasilia, Brasil. Entró en vigencia en 2011.
Los secretarios generales que tuvo la Unasur fueron Néstor Kirchner, entre mayo y octubre de 2010; María Emma Mejía, excanciller de Colombia, entre mayo de 2011 y junio de 2012; Alí Rodríguez Araque, excanciller de Venezuela; entre junio de 2012 y agosto de 2014; y Ernesto Samper Pizano, expresidente de Colombia, entre agosto de 2014 y enero de 2017.
El 12 de abril de 2019, durante la presidencia de Mauricio Macri, el Gobierno argentino había decidido retirarse del organismo.
«Esta decisión fue tomada en el marco de la crisis que aqueja a ese organismo, manifestada en la acefalía de la Secretaría General por más de dos años, así como una agenda con alto contenido ideológico y muy alejada de sus objetivos iniciales y el desorden administrativo que prevaleció en la organización los últimos tiempos», señaló en aquella oportunidad la Cancillería argentina.
El pasado 6 de abril, el canciller Cafiero publicó en su cuenta de Twitter la nota firmada el día anterior por la cual la Argentina volvía formalmente a la Unasur: «Para el Gobierno argentino es crucial toda instancia que agregue poder de decisión nacional y consolidación de una región cada vez más integrada, con mayor comercio intrazona y mejores niveles de cooperación en pos de su desarrollo», expresó en esa oportunidad.
La cumbre en Brasilia se dará días después de que el propio Lula le pidiera a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva «darle tiempo» a la Argentina para cumplir los compromisos financieros con el organismo de manera que pueda recuperarse económicamente.
Lo hizo durante el encuentro de media hora mantenido el 20 de este mes en Hiroshima, Japón, donde Lula participó como invitado de la cumbre del Grupo de los 7 (G7), tal como lo había hecho Alberto Fernández en 2022 en Alemania.
Lula colocó la recuperación de la Argentina como uno de los pilares del comercio internacional de Brasil y reiteró que está negociando un auxilio para la Argentina con el Nuevo Banco de Desarrollo, el Banco de fomento de los Brics (Brasil, Rusia, China y Sudáfrica), cuya titular es la exmandataria brasileña Dilma Rousseff.
Tras el periplo en Brasil, el Presidente argentino se trasladará a la ciudad boliviana de Yacuiba, donde el jueves próximo inaugurará, junto a su par boliviano Luis Arce, la primera obra de conexión eléctrica entre ambos países.
Argentina y Bolivia solo tenían hasta el momento conexiones gasíferas en común.
Fuente: Télam