Bombardeo en Rafah
La Fuerza Aérea de Israel llevó a cabo bombarderos en la ciudad de Rafah, situada en el sur de la Franja de Gaza, tras un presunto ataque por parte de militantes de Hamas contra sus fuerzas. Esto ha provocado una situación de alta fragilidad en el contexto del acuerdo de paz en Medio Oriente, que parece estar en peligro.
Hasta el momento, no se ha confirmado información sobre posibles heridos o fallecidos, ni se sabe si este nuevo intercambio de fuego podría afectar el alto el fuego que se implementó el 10 de octubre. Desde la retirada de Israel, que controlaba aproximadamente el 30% de la franja, se han comenzado a producir enfrentamientos entre diversos grupos, entre ellos Hamas, para establecer el control sobre la región.
Reacciones de Israel ante la situación
El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, emitió órdenes de «actuar enérgicamente contra objetivos terroristas» en Gaza, apenas nueve días después de que comenzó el alto el fuego. En un comunicado oficial, se anunció: «Tras la violación del alto el fuego por parte de Hamas, el Primer Ministro Netanyahu realizó una consulta con el ministro de Defensa y los líderes del sistema de seguridad y ordenó una respuesta contundente hacia los objetivos terroristas en la Franja de Gaza».
Informes indican que hubo un intercambio de disparos entre militantes y el Ejército israelí en Rafah, que comenzó cuando milicianos lanzaron un misil antitanque y disparos en dirección a las tropas israelíes. En respuesta a estas agresiones, el Ejército israelí inició los bombardeos en la zona como medida de defensa, buscando eliminar la amenaza y desmantelar túneles y estructuras utilizadas para actividades terroristas.
Avisos y advertencias de Estados Unidos
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió que «Hamas pagará un alto precio por cada disparo y por cada violación del alto el fuego. Si no comprenden el mensaje, la intensidad de nuestra respuesta se incrementará».
Un video obtenido por la agencia EFE muestra columnas de humo levantándose en Rafah, mientras, según reportes, varios helicópteros aterrizaron en la zona para evacuar a posibles soldados heridos. Fuentes de Hamas revelan que el grupo había comenzado una operación en la misma área para eliminar a Yasser Abu Shabab, un líder de una milicia rival denominada Fuerzas Populares, acción que fue frustrada por la intervención de soldados israelíes, resultando en ataques cruzados y la destrucción de una excavadora israelí.
Culpas mutuas y tensiones crecientes
El gobierno de Estados Unidos, un actor clave en el proceso de paz en la región, alertó el pasado sábado sobre la posibilidad de un incumplimiento del alto el fuego, señalando que tenía «informaciones creíbles» que sugerían que Hamas planeaba una violación inminente de las condiciones acordadas.
Hamas rechazó esta advertencia, responsabilizando a Israel por financiar y armar a otras milicias que, según afirmaron, han estado llevando a cabo «asesinatos, secuestros y robos de ayuda humanitaria» contra civiles. La organización señaló que los agentes de policía de Gaza, con un fuerte apoyo y respaldo de la población, están persiguiendo a estos grupos y los harán responsables bajo los mecanismos legales correspondientes para proteger a los ciudadanos.
Un día después de la implementación del alto el fuego, Hamas comenzó a reprimir a clanes y milicias que supuestamente colaboraron con Israel durante los enfrentamientos previos, incluyendo la ejecución pública de supuestos colaboradores.
El líder de Hamas, Izzat al Rishq, en un comunicado a través del canal oficial de Telegram, acusó: «La ocupación sionista continúa violando el acuerdo y buscando justificaciones infundadas para sus crímenes. Los intentos de Netanyahu de evadir sus compromisos son impulsados por su coalición extremista y terrorista, como un intento de eludir sus responsabilidades delante de los mediadores y garantes».