Defensa de la expropiación de YPF
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, reafirmó su postura respecto a la expropiación de YPF durante una entrevista en el programa Odisea Argentina, conducido por Carlos Pagni en LN+. Kicillof expresó: «No me arrepiento de la expropiación de YPF, estuvo bien hecho. Fue una decisión muy valiente». En el transcurso de la conversación, defendió la recuperación del control mayoritario de YPF durante el gobierno de Cristina Kirchner, argumentando que esta acción fue esencial ante una crisis energética significativa en Argentina.
Causas de la expropiación
El gobernador argumentó la necesidad de la medida debido a la caída en la producción de petróleo y gas, así como al déficit energético generado por la gestión de Repsol. «Había que recuperar YPF porque con Repsol, cayó 50% la producción, más o menos 40% de gas», indicó, resaltando la insuficiencia de reservas que obligó al país a importar combustibles a precios excesivos.
Kicillof también detalló cómo la gestión de Repsol se había centrado en inversiones en el extranjero, lo que intensificó los problemas en el sector energético local. «Se negaban a invertir en exploración, en producción; decidieron que las inversiones con la plata de YPF las iban a hacer en Guyana, en el Mar del Norte, no en el petróleo argentino. Y en Vaca Muerta tampoco», afirmó.
Legitimidad del proceso de expropiación
En relación con el procedimiento, subrayó que la expropiación del 51% de las acciones se realizó de acuerdo con la ley de expropiación, que fue respaldada por 208 diputados, en su mayoría abogados. «Se decidió expropiar utilizando la ley, además por la potestad constitucional que tiene un Estado para recuperar activos estratégicos para el interés nacional. No quedó un solo conflicto judicial con nadie», enfatizó.
Controversia internacional y litigios
Acerca del litigio internacional que enfrenta Argentina con fondos buitres, Kicillof consideró absurdo que se comprara un juicio incluso por 15 mil millones de dólares que luego podría ascender a 16 mil millones. Fue crítico con el argumento de los demandantes, afirmando que este tiene fundamentos jurídicamente flojos. Además, hizo hincapié en que Estados Unidos participó en contra de los argumentos presentados por los acreedores.
Consultado sobre si haría una autocrítica personal respecto a su actuación en la operación, Kicillof fue contundente: «De eso no. Y voy a explicar por qué. La ley de expropiación está por encima de cualquier estatuto privado». Afirmó que la acción estuvo amparada por la Constitución y apoyada por la mayoría legislativa, señalando que la lógica empleada es consistente con la expropiación para obras de infraestructura.
Litigio actual y sus consecuencias
Por último, Kicillof habló del litigio que actualmente enfrenta Argentina en Nueva York con el fondo Burford, que busca 15 mil millones de dólares. Cuestionó una orden de la jueza Loretta Preska que obliga al país a pagar más de 16 mil millones o entregar parte de las acciones expropiadas, argumentando que el tribunal carece de jurisdicción, ya que se aplica la ley argentina. Afirmó que este es el mismo tribunal que había fallado a favor de los fondos buitres en lo que califica como un proceso ridículo.
La situación llevó a que Argentina apelara el fallo de primera instancia, lo que podría «congelar» el traspaso accionario por un año y medio. Sin embargo, esto ha sido visto como una noticia negativa, ya que las acciones de YPF se desplomaron más del 5%, mientras que las de Burford aumentaron más del 20 por ciento.
En resumen, el kirchnerismo pagó rápidamente a Repsol, ignorando a otros accionistas minoritarios, quienes iniciaron acciones legales por ese trato desigual y luego vendieron sus derechos de litigio a una empresa dedicada a ello, que absorbe los gastos y busca obtener ganancias futuras.