Detalles del caso de narcotráfico
Ulises Matías Cura, despachante de aduana y también autodenominado importador y exportador, está recluido en una dependencia de la Policía Federal Argentina en San Ramón de la Nueva Orán, Salta, después de haber sido acusado de participar en el tráfico de 510 kilos de cocaína hacia España, escondidos en un torno industrial. Este arresto se produjo apenas 11 días después de cumplir 51 años.
Defensa y argumentos
Durante su indagatoria por videoconferencia con el juez en lo penal económico Gustavo Meirovich, Cura se declaró inocente y argumentó que su papel se limitaba a gestionar la importación a solicitud de dos despachantes bolivianos, con quienes tenía una larga relación comercial. El torno, que había llegado desde Perú por vía terrestre el 22 de octubre, había sido transportado en un camión de matrícula boliviana y posteriormente almacenado en un depósito de Villa Soldati, Buenos Aires, antes de su exportación a España.
La investigación y pruebas
El expediente judicial revela que Cura afirmó no haber tenido contacto con el proveedor peruano ni con los destinatarios en España, y declaró que el torno había estado retenido en Aduana de La Quiaca durante varios días, donde fue objeto de controles. Asimismo, mencionó que su empresa se dedica a alquilar el registro de importación a aquellas personas que no pueden operar directamente, una práctica común en la zona fronteriza.
Sin embargo, la Justicia argentina considera que existen suficientes pruebas que comprometen su participación en esta actividad criminal. Según el dictamen del fiscal Claudio Navas Rial y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), liderada por el fiscal Diego Iglesias, la logística del traslado estuvo bajo la supervisión de Cura desde el inicio, en contraposición a su declaración.
Consecuencias legales
El juez Meirovich hizo lugar a la solicitud del Ministerio Público y ordenó la prisión preventiva de Cura, procesándolo por el delito de contrabando de estupefacientes con un destino claro de comercialización, además de embargar sus bienes hasta la sumatoria de $43.605.000.000.
El mismo juez también procesó a Ramiro Franco Ureña, de 54 años, quien tenía registrada la empresa utilizada como fachada para la exportación y habría recibido transferencias cercanas a 46.775 dólares.
Otras implicaciones y organización criminal
Franco Ureña alegó que tanto él como su pareja fueron utilizados en la operación, afirmando que se dedica a la conducción de un taxi y trabaja más de catorce horas al día. Mientras tanto, otros dos sospechosos, incluyendo a la pareja de Franco Ureña, han sido liberados mientras continúa la investigación.
El juez afirmó que se trata de una organización criminal transnacional con una planificación meticulosa que ha fragmentado las operaciones en el tiempo y entre varios sujetos para minimizar responsabilidades y eludir el seguimiento por parte de las autoridades. La investigación se inició el 3 de junio tras recibir información proveniente de la Fiscalía Especial Antidrogas de Algeciras, que buscaba determinar la existencia de una red criminal involucrada en el contrabando marítimo de narcóticos hacia España.
Las pruebas apuntan a que la operación había culminado su etapa en Argentina y se encontraba en tránsito hacia su destino final en Algeciras. La investigación a nivel local fue complementada por acciones del Departamento de Narcotráfico de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
La carga, que había sido declarada con un peso de 4,000 kilos y un valor de 50,000 dólares, contenía en realidad 3,500 kilos de formal, siendo el excedente la cocaína distribuida en el torno y escondida en compartimentos inaccesibles durante las inspecciones. El torno salió del Puerto de Buenos Aires el 7 de mayo y llegó a Algeciras el 29 de junio, donde fue posteriormente retirado, resultando en detenciones de sospechosos y allanamientos adicionales tanto en Argentina como en España.
Las autoridades siguen trabajando en la identificación de los responsables extranjeros detrás de esta carga, que podría estar vinculada a redes criminales internacionales.