Un informe de la Cepal ubica al país entre los primeros en los que la situación económica y social empeoró por la pandemia. En la región unos 22 millones de personas más quedaron debajo de la línea de pobreza en 2020, que ahora totalizan 209 millones.
El informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) destaca como dato de mayor preocupación que la pandemia durante 2020 arrojó a 22 millones de personas bajo la línea de pobreza en los países de la región, por lo que 209 millones de personas son consideradas pobres y, de ese total, 78 millones son indigentes.
Latinoamérica fue uno de los territorios más impactados por la crisis sanitaria y todas las naciones experimentaron subas en sus índices, en los que también gravitaron las políticas económicas implementadas en varios de los países, siendo la Argentina uno de los países más afectados.
Argentina este miércoles dio a conocer que que la cifra final de pobreza en 2020 fue del 42%, un incremento de 6,5 puntos porcentuales en relación con el año anterior, mientras que la indigencia trepó al 10,5 por ciento.
Uruguay es otro de los países de la región que comunicó sus datos oficiales con un aumento de la pobreza del 8,8% hasta 11,6%, lo que implican que alrededor de 100.000 más pobres, sumando 410.000 en esa condición.
Paraguay también evaluó las consecuencias de la pandemia y estableció que un 26,9% de sus habitantes están por debajo de la línea de la pobreza, un 3,4% más que el año anterior.
En Ecuador el salto fue más considerable, ya que pasó del 25% en 2019 a 32,4% en 2020, reflejando que ya son 5.600.000 las personas en condición de pobres.
En este contexto Chile fue el país que tuvo un incremento de pobreza considerablemente inferior al resto, ya que pasó de 10,7% a 10,9%.
De acuerdo al relevamiento de Cepal, todos los países de la región experimentan incrementos en sus índices de pobreza. Entre los países con mayores índices de pobreza tras el impacto del coronavirus se ubicaron Honduras (58,6% con un incremento desde 52,3% el año anterior), Bolivia (39% desde 31,1%), Colombia (38,7% desde 31,7%) y El Salvador (38% desde 30,4%).
La pobreza y la pérdida de empleos
Hay una vinculación directa entre el incremento en la pobreza con la pérdida de empleos. La desocupación regional alcanzó el 10,7% en 2020, un incremento de 2,6 puntos porcentuales respecto del valor registrado en 2019, con una importante salida de personas de la fuerza de trabajo y una escasa posibilidad de teletrabajo, ya que sólo el 21,3% de los ocupados en la región pudo llevar a cabo el trabajo a distancia.
Los países con mayores tasas de desempleo registradas a lo largo del año fueron, según la medición de Cepal, Argentina (20,9%), Colombia (21,8%), Costa Rica (20,1%) y Perú (39,5%).
Fuente:lacapital