Además de denunciar a su exmarido al menos 40 veces por violencia de género o abuso contra los menores, Andrea Vázquez llegó a presentarse en la puerta del Sanatorio Juncal de Temperley en 2018 para escrachar públicamente al médico especializado en ginecología y obstetricia.
En esa oportunidad Vázquez habló a un medio de zona sur del Gran Buenos Aires, Así Todo Noticias, y contó que con el apoyo de las organizaciones Mumalá y Libres del Sur estaba dispuesta a escrachar a su exmarido para informar a sus pacientes.
«Un profesional que está imputado en una causa por abuso sexual realmente… La verdad, yo no me atendería con ese profesional, me parece que la gente el derecho a poder elegir«, sentenció.
«Yo no tengo nada que ocultar, que explique él«, aseguró la médica cirujana acerca de la causa iniciada en 2016 por «abuso sexual con acceso carnal agravado».
Vázquez aseguró que había «una imputación, una Cámara Gesell y pericias físicas», para cimentar las declaraciones de sus hijos, y recordó que «el niño es sujeto de derecho y su palabra es válida», así que el relato testimonial era suficiente para condenar al padre.
Pero Francisco y Tomás Ghisoni, hoy adultos, se pararon de la vereda contraria a su madre e impulsaron el proyecto de ley para endurecer las penas de quienes inventen casos de abuso sexual para sacar un rédito.
«En la mayoría de los casos no hay lesiones, sin embargo, en este caso, lamentablemente, hay lesiones irrefutables que acreditan con un nivel de certeza absoluta«, el abuso cometido, insistía en 2018 Andrea Vázquez acerca del relato de una perito de parte que confirmó que uno de sus hijos había sido víctimia de su padre.
La perito que citó Vázquez era Virginia Creimer, conocida por su labor en La Plata, quien también trabajó en el caso de la desaparición de Facundo Astudillo Castro, el joven de Bahía Blanca que desapareció en 2020 cuando intentó ir a pie a lo de su novia a pesar de las restricciones al movimiento aplicadas por la pandemia de coronavirus.