El impacto de la primavera en la salud ocular
La llegada de la primavera trae consigo un aumento de polen y polvo en el aire, lo que provoca que muchas personas experimenten ojos irritados, enrojecidos y una sensación de arenilla. Según la doctora Florencia Valvecchia, oftalmóloga, el sistema inmunológico reacciona ante estas partículas como si fueran una amenaza, liberando histamina, que es responsable de la inflamación ocular.
Conjuntivitis alérgica estacional
Uno de los principales problemas que enfrentan las personas durante esta época es la conjuntivitis alérgica estacional. Aunque este tipo de alergia no afecta la visión, impacta negativamente en la calidad de vida y suele ir acompañada de rinitis, estornudos y congestión nasal. Esto no es solo una molestia: puede dificultar el descanso y el rendimiento diario, especialmente en niños y adolescentes, quienes pueden ver afectada su concentración en actividades escolares y cotidianas.
Medidas de prevención
La mejor manera de lidiar con estas alergias es prevenir el contacto con los alérgenos. Algunas recomendaciones útiles incluyen:
- Cerrar ventanas en días con alta concentración de polen.
- Utilizar aire acondicionado con filtros limpios.
- Llevar lentes de sol envolventes al salir.
- Mantener una higiene rigurosa de manos, especialmente después de interactuar con mascotas.
- Ducharse al regresar de la calle para eliminar el polen acumulado en la piel y cabello.
Estos hábitos pueden ayudar a evitar que la alergia domine la temporada.
Alivio de los síntomas
Si ya aparecen los síntomas, la doctora Valvecchia sugiere algunas opciones efectivas para aliviar el malestar. Por ejemplo, las compresas frías en los párpados pueden reducir la inflamación, y el uso de lágrimas artificiales ayuda a eliminar los alérgenos y a disminuir la sequedad ocular.
Un consejo importante es no frotarse los ojos. Aunque esto proporciona un alivio momentáneo, en realidad exacerba la irritación y puede ocasionar lesiones o infecciones. El abuso del frotado puede incluso causar complicaciones como ojeras, abrasiones corneales o infecciones.
En casos leves, los colirios antihistamínicos suelen ser suficientes, pero si los síntomas son severos o continúan, la consulta con un oftalmólogo se vuelve crucial. El médico puede recetar colirios con antihistamínicos, corticosteroides o inmunomoduladores, e incluso evaluar la posibilidad de una inmunoterapia con vacunas antialérgicas.
Para aquellos que también sufren de rinitis o congestión nasal, se pueden añadir antihistamínicos orales al tratamiento. Con un diagnóstico y tratamiento adecuados, las alergias oculares no tienen por qué arruinar la primavera. Escuchar las señales del cuerpo y evitar la automedicación son vitales para disfrutar de una buena salud visual durante esta temporada.
(*) Florencia Valvecchia es médica especialista en Oftalmología, M.N. 113603 (UBA), subespecialista en superficie ocular e infectología, miembro del Consejo Argentino de Oftalmología y profesional del Centro de Ojos Quilmes.