Detención y expulsión de Ozorio
Matías Ozorio, asociado del presunto ideólogo del triple crimen en Florencio Varela, conocido como Pequeño J, ha sido expulsado de Perú y ya se encuentra en Argentina. Al llegar, Ozorio optó por no presentar declaración y será trasladado a una prisión de máxima seguridad.
La lealtad de un ladero
La perfiladora criminal Constanza Lamarque apareció en LN+ para analizar el perfil de Ozorio, quien, según sus palabras, “tenía una lealtad tan profunda que cumpliría con órdenes tan extremas como torturar y matar”. Explicó que “Ozorio se ganó su lugar demostrando lealtad” y lo describió como “un perro del jefe”, término que refiere a alguien que actúa como ejecutor bajo el mando de un líder, similar a un comportamiento de jauría.
La relación con Pequeño J
La conexión entre Ozorio y Pequeño J se remonta a aproximadamente un año. Lamarque aclara que “no se puede ser la mano derecha de un alto mando narco solo por colaborar en el traslado de drogas; implica un nivel de obediencia y lealtad que Ozorio proporcionó a cambio de beneficios como dinero, pertenencia y protección.” Sin embargo, destacó que a pesar del poder que pudo haber adquirido, Ozorio esencialmente actuaba como un subordinado que seguía las directrices de su líder.
Reflexiones sobre la prisión
Al ser consultada sobre la detención de Ozorio, Lamarque sugirió que podría sentirse protegido en prisión, ya que “en estas estructuras narco, lo habitual es vivir en las sombras y no estar expuesto en los medios.” No obstante, advirtió que, a pesar de esta posible sensación de seguridad, en el fondo son conscientes de su descartabilidad y del riesgo de ser ajusticiados incluso dentro del sistema penitenciario.