El contexto histórico de la fuga
El periodista español Miguel Antel Lara publicó en 2022 el libro «Futbolistas en las trincheras: héroes, víctimas y verdugos en tiempos de guerra», donde narra diversas historias de jugadores involucrados en conflictos bélicos, incluyendo las dos Guerras Mundiales y otras situaciones en Argentina. A pesar de la existencia de listados de futbolistas que perdieron la vida entre 1914-18 y 1939-45, hay tres jugadores argentinos que, gracias a su astucia, evitaron ese trágico destino.
El 20 de septiembre de 1935, se desató la preocupación en Argentina con la noticia de que los futbolistas Enrique Guaita, Alejandro Scopelli y Andrés Stagnaro estaban a punto de ser reclutados por el ejército de Benito Mussolini, quien planeaba una invasión a Etiopía.
Las advertencias de la prensa
El diario Crítica impactó con un título sensacionalista: «SCOPELLI, GUAYTA, STAGNARO DEBERÁN IR A LA GUERRA ITALO-ETIOPE». En su sección deportiva, el reconocido periodista Hugo Marini informó que los tres futbolistas habían pasado los exámenes médicos y que pronto serían enviados a África Oriental para unirse a las tropas italianas. La noticia causó un gran revuelo, llevando a Marini a expresar, «Lindo premio a su contribución tan eficaz para que el fútbol de ese país alcanzara tan altas conquistas».
Al día siguiente, Crítica dedicó casi una página a la situación, con un titular que cuestionaba la decisión de Mussolini: «El Duce manda muchachos argentinos a la guerra de África». En este contexto, se mencionaba que aproximadamente 30 jugadores sudamericanos en Italia debían seguir órdenes del dictador.
La fuga de los tres cracks
Los jugadores, que habían llegado a Italia en 1933, comenzaron a trazar su plan de escape inmediatamente después de enterarse de su inminente alistamiento. La noche anterior a la revisión médica, tomaron un tren desde Roma hasta Santa Margarita Ligure, y luego alquilaron un automóvil para cruzar a Francia por Menton. «Queríamos jugar al fútbol, no combatir», afirmaron al llegar, una declaración que fue replicada por United Press.
Las siguientes semanas, los medios seguían el rumbo de los tres argentinos. El 29 de septiembre, se informó que en la frontera ítalo-francesa, las esposas de Guaita y Scopelli habían sido detenidas con 2.800.000 liras italianas, lo que generó un escándalo mediático y declaraciones de Marini cuestionando la cifra y sugiriendo un error en la información recibida.
El regreso a Argentina y sus carreras futbolísticas
El 29 de octubre, los tres lograron regresar a Argentina en el barco Mendoza, donde fueron recibidos por aficionados y familiares. Guaita relató: «No queríamos ni teníamos por qué renunciar a nuestra patria», mientras Stagnaro enfatizó que la fuga fue planeada rápidamente al enterarse de su situación militar.
Una vez en Argentina, los tres futbolistas se unieron a Racing Club, donde el presidente Ernesto Malbec buscaba armar un equipo competitivo. A través de negociaciones, Racing logró hacerse con los derechos de Guaita y Scopelli por una suma significativa, marcando el inicio de una nueva etapa en sus carreras.
Biografías de los protagonistas
Enrique Guaita: Nativo de Entre Ríos, conocido como el ‘Indio’, hizo historia en Estudiantes antes de unirse a la Roma, donde se convirtió en máximo goleador de la Seria A en 1935. Regresó a Racing y siguió jugando para la selección.
Alejandro Scopelli: Comenzó en Estudiantes y pasó a la Roma, donde hizo una notable carrera. Después regresó a Racing y se dedicó a la dirección técnica a lo largo de su vida.
Andrés Stagnaro: Empezó en Sportivo Buenos Aires y se unió a Racing antes de partir a Italia. Regresó a Argentina para continuar su carrera en Racing y más tarde se convirtió en un referente del club.
Aunque muchos de los otros futbolistas argentinos en Italia enfrentaron distintos destinos, la historia de Guaita, Scopelli y Stagnaro es un recordatorio de la resistencia y el amor por el fútbol en tiempos de guerra.