Crisis social en Francia
Este miércoles, Francia fue escenario de masivas protestas que resultaron en más de 200 detenidos. Las manifestaciones fueron convocadas por ciudadanos a través de redes sociales bajo el lema «Bloqueemos todo«, en rechazo a los recortes presupuestarios propuestos por el gobierno, lo que siguió a la reciente caída del primer ministro François Bayrou.
Desarrollo de las protestas
Desde la madrugada de este miércoles, numerosos jóvenes intentaron bloquear un garaje de buses urbanos y diferentes segmentos de la circunvalación de 35 kilómetros que rodea París. Las autoridades no tardaron en actuar, desplegando 6.000 policías y gendarmes para desalojar a los manifestantes y logrando detener a más de 200 personas. A pesar de ello, la tensión se mantuvo en la capital.
Contexto político y ajustes de liderazgo
La indignación de los ciudadanos proviene del reciente proyecto de presupuesto para 2026, que contribuyó a la destitución de Bayrou. Este plan contemplaba recortes de 44.000 millones de euros (equivalentes a 51.600 millones de dólares) y la eliminación de dos días festivos. En reacción a esta situación, el presidente Emmanuel Macron designó a Sébastien Lecornu, actual ministro de Defensa y un aliado cercano, como nuevo primer ministro.
El nuevo primer ministro
Sébastien Lecornu, nacido en 1986, ha sido considerado un referente entre la nueva generación de políticos leales a Macron. Asumió como ministro de Defensa en 2022 y ha estado presente en todos los mandatos de Macron desde 2017. Su nombramiento como primer ministro se espera formalizar este miércoles a las 12 horas (hora local).
Retos y advertencias
Las autoridades planean desplegar 80.000 agentes en todo el país para hacer frente a bloqueos en empresas, universidades y calles. El ministro del Interior, Bruno Retailleau, enfatizó en la necesidad de «no tolerar la violencia, la degradación, el bloqueo ni la ocupación de infraestructuras esenciales». Existe preocupación de que las manifestaciones adquieran un carácter similar al movimiento de los «chalecos amarillos» que protestó entre 2018 y 2019, durante el primer mandato de Macron.
La situación económica del país
El nuevo primer ministro deberá afrontar el desafío de resolver la crisis presupuestaria en un parlamento sumamente conflictivo y dividido. Actualmente, Francia está bajo presión para reducir un déficit que casi duplica el umbral del 3% establecido por la Unión Europea y supone una deuda equivalente al 114% del PIB.