La sospechosa, identificada como Noemí López, negó su participación en el hecho al declarar ante el fiscal. Alberto Martino fue encontrado el 4 de febrero pasado asesinado y atado de pies y manos dentro del baño de una vivienda que había ido a mostrar.
Una mujer de 37 años se convirtió en las últimas horas en la cuarta detenida por el crimen del martillero Mariano Alberto Martino, encontrado el 4 de febrero pasado asesinado y atado de pies y manos dentro del baño de una vivienda del partido bonaerense de Hurlingham que había ido a mostrarle a presuntos clientes, informaron fuentes judiciales.
La sospechosa, identificada como Noemí López, negó su participación en el hecho al declarar ante el fiscal de la causa, Sergio Dileo, quien no obstante dispuso que siga detenida ya que tiene numerosas pruebas en su contra, entre ellas un video en el que se la ve entrar y salir de la escena del crimen, agregaron los voceros.
El fiscal cree que la mujer está relacionada con otros dos sospechosos que tiene la causa, que se mantienen prófugos y son intensamente buscados por la policía.
La detención de la acusada se produjo el domingo en una vivienda ubicada en la calle Adrogué al 100, de Hurlingham, en el marco de la causa en la que se investiga el crimen del martillero Martino, del que se sospecha fue partícipe.
Con su arresto suman cuatro los apresados en el marco de la pesquisa, ya que la semana pasada habían sido detenidos Iván Meza (23), Gonzalo Santiago Albornoz (18) y Brenda Belén Escalante (25), todos acusados del delito de «homicidio agravado».
Con su arresto suman cuatro los apresados en el marco de la pesquisa: la semana pasada habían sido detenidos Iván Meza (23), Gonzalo Santiago Albornoz (18) y Brenda Belén Escalante (25), todos acusados del delito de «homicidio agravado»
Según consignaron fuentes de la investigación, López aparece en los videos que constan en el expediente, donde se la ve entrar y salir de la casa donde fue hallado el cuerpo del martillero.
El martes pasado, los primeros tres detenidos se negaron a declarar, tras lo cual quedaron alojados en la sede policial de Moreno.
El crimen de Martino (59) fue descubierto cerca de las 19.30 del jueves 4 de febrero en una casa en alquiler situada en las calles Delfor Díaz y Villegas, de William Morris, en el oeste del conurbano.
El cuerpo de la víctima golpeado y atado de pies y manos con precintos plásticos fue hallado en la bañadera de esa casa que tenía a la venta mediante su inmobiliaria, «Martino Propiedades».
Una hija del martillero contó a la prensa que la última vez que vio a su padre fue el martes de la semana anterior al crimen y que no había notado nada extraño.
Según pudo determinar la investigación, a las 7 de la mañana del jueves 4 de febrero Martino salió de su vivienda en su auto Peugeot 206 gris y le comentó a su esposa que le iba a mostrar una propiedad a una pareja.
Durante las horas siguientes, la familia del martillero se preocupó porque no podían contactarlo y fue su pareja quien, a través de una aplicación, logró geolocalizar el teléfono celular de su marido en Villa Trujui, partido de Moreno.
Hasta allí se dirigió y halló el auto del martillero en el cruce de las calles Junín y Quilmes, a la vera del río Reconquista, con las pertenencias de su esposo en su interior, entre ellas, la billetera, unas llaves y un reloj.
Los bomberos voluntarios de Moreno encontraron luego, en la orilla del río, el teléfono celular de la víctima, ya que no estaba dentro del auto pero seguía geoposicionado en ese sitio.
La mujer llamó al 911 y se dirigió luego a la comisaría 2da. de Moreno para formalizar la denuncia por averiguación de paradero.
Con ayuda de la familia, la Justicia pudo desbloquear y acceder al contenido del celular del martillero, en el que se encontraron mensajes de una conversación entre él y los presuntos clientes con los que debía encontrarse esa mañana.
Además, a partir de testimonios y del relevamiento de cámaras de seguridad, se pudo determinar que, pasadas las 9.30, el auto de Martino circuló conducido por otra persona por la autopista del Buen Ayre desde Hurlingham hacia el lugar donde luego fue encontrado, acompañado de una motocicleta.
Con todos estos elementos, los investigadores pudieron establecer que la vivienda de las calles Delfor Díaz y Villegas de William Morris era la que el martillero había ido a mostrar a unos clientes y en la cual, al ingresar, hallaron el cadáver en el baño.
Fuente:telam